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DERECHOS HUMANOS

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¿QUÉ SON LOS DERECHOS HUMANOS?

Comenzamos pensando en los derechos humanos con varias preguntas

¿Qué son los derechos humanos? Los derechos humanos son una parte importante de nuestras vidas. De hecho, están presentes en nuestra cotidianeidad de una manera tan profunda que a menudo los damos por sentado. Piensa en la frecuencia con la que bebes agua, comes, vas a la escuela, dices o escribes lo que piensas, te atiende un médico, practicas una religión o una creencia o esperas que los demás te traten con justicia. Todas estas actividades cotidianas dependen de la adecuada protección de tus derechos humanos, así como de los derechos de las y los demás. Parece tan sencillo de decir, pero -muchas veces- no es tan fácil de ponerlos en práctica.

Comencemos con precisar su concepto. Los derechos humanos son una expresión del reconocimiento del valor, dignidad e importancia de todas y cada una de las personas. Su articulación se basa en las ideas de igualdad y justicia y reconoce que las personas —los seres humanos— somos importantes y tenemos algunos derechos básicos —los derechos humanos— que son considerados indispensables para nuestro desarrollo y libertad. Se trata de algunos derechos tan importantes como el derecho a la vida, el derecho a un juicio justo, a no ser torturado ni sometido a tratos crueles e inhumanos, a poder opinar libremente y de creer (o no) en un dios, de poder recibir atención sanitaria de calidad, educación y justicia, así como también de poder viajar, manifestarnos y reclamar por todos esos derechos. Todas estas cosas tan simples de la vida, que tienen que ver con cómo somos, qué hacemos y cómo nos relacionamos con los otros y en nuestra comunidad, suponen derechos humanos.

Historia de los Derechos Humanos

Laboratorio Sociales JTR

11 de agosto de 2016

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Las personas gozamos entonces de una serie de derechos. El listado completo que tenemos es muy largo y, además, es una lista que ha estado creciendo a través de la historia. Lo primero que debemos hacer es conocerlos. Puedes pensar que contamos con derechos en todos los ámbitos de nuestra vida: derechos civiles y políticos; derechos económicos, sociales y culturales; derechos a la identidad, derechos de los pueblos o de la solidaridad y derechos vinculados con el desarrollo científico y tecnológico.

Con el paso de los años, esa lista sigue incrementándose en respuesta al desarrollo tecnológico de nuestra civilización, a la incorporación de grupos de personas que por sus características estaban excluidos del reconocimiento de sus derechos y también de las exigencias de la globalización, entre otros. En ese sentido, en años recientes, se han ido sumando también el derecho de acceso a Internet, al desarrollo y el bienestar o al respeto y protección del medioambiente. Esto evidencia que los derechos no son estáticos ni inmutables sino que pueden ir cambiando con el paso del tiempo, incluso ampliarse hacia otras dimensiones que antes no se imaginaban.

Tabla I. Evolución del reconocimiento de los Derechos Humanos

 DERECHOS HUMANOS

Generación

Primera generación: derechos civiles y políticos

Segunda Generación: derechos económicos, sociales y culturales

Tercera Generación: derechos de los pueblos o de la solidaridad.

Cuarta generación: derechos vinculados con el desarrollo científico y tecnológico

Luchas históricas y actuales

Revolución francesa.

Lucha contra la esclavitud.
Lucha por la igualdad ante la ley.
Lucha contra las dictaduras y crímenes contra la humanidad como las torturas y desapariciones forzadas.

Revolución industrial.
Revolución mexicana.

Luchas por la justicia social.
Movimientos de obreros y campesinos para garantizar su derecho al trabajo, a una jornada máxima de trabajo, a la creación de sindicatos y a un salario digno.

Luchas de los pueblos originarios por su autonomía: en la conservación de sus tradiciones, su lengua, religión y costumbres, así como en el reconocimiento de sus sistemas de justicia y gobierno. Luchas por la defensa del medioambiente. Generación: derechos de los pueblos o de la solidaridad.

Debates éticos en torno a las ciencias biomédicas, clonación, manipulación genética, derecho a una muerte digna. Desafíos sobre los derechos en la nueva era digital.

Ejemplos de derechos

Igualdad entre hombres y mujeres.
Derecho a un juicio justo.
Derecho a elegir a nuestros gobernantes.
Derecho a expresar nuestras ideas sin ser perseguidos o sancionados por ello.

Derecho a la educación.
Derecho a la salud.
Derecho al trabajo y a un salario digno.
Derecho a gozar de la cultura y las artes.
Derecho a la recreación

Reconocimiento del derecho a la diversidad cultural, a la cooperación, a la solidaridad internacional y a la paz.
Derecho a vivir en un medio ambiente limpio y equilibrado.

Derecho a la muerte asistida. Derecho universal al acceso a Internet. Derecho al olvido en medios digitales (que se borren datos personales, imágenes e información que no queremos que permanezca en internet). 

Fuente: Elaboración a partir de Conde Flores et al. (2015: 32).

El reconocimiento inicial de los derechos humanos se plasma en lo que se conoce como la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH).  Esto que parece tan sencillo es básico para que todas y todos conozcamos y comprendamos nuestros derechos. Su elaboración y aprobación supuso un hito en la historia universal. 

La declaración fue creada por personas representantes de muchas nacionalidades y culturas distintas, que pertenecían a países con antecedentes jurídicos y culturales diversos pero que sabían que necesitaban poner en común los principios básicos que reconocieran los mismos derechos humanos para todas las personas, sin discriminación alguna, en todos los países. ¿Crees que fue sencillo que todas y todos se pusieran de acuerdo sobre las ideas y valores comunes que deben conocerse y respetarse en todo el mundo? Seguro que no. Pero … qué bueno que pudieron consensuar una serie de ideas básicas que contribuyeran a reconocernos como iguales, ¿no crees?

SABÍAS QUE…

Eleanor Roosevelt, quien fue la Primera Dama de los Estados Unidos entre 1933 y 1945, fue la primera mujer Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos una vez que el Presidente Harry S.

Truman la nombró como delegada de su país ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1946. Ella tuvo una actuación clave en la redacción de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

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La Declaración fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en París, Francia, el 10 de diciembre de 1948 en su Resolución 217 A (III).  La misma es un documento que funciona como un ideal común para todos los pueblos, culturas y naciones. La DUDH establece, por primera vez, los derechos humanos fundamentales que deben protegerse en el mundo entero, por todos los países, y ha sido traducida a más de 500 idiomas. La Declaración ha inspirado la redacción de otros tantos tratados internacionales de derechos humanos, ¡más de 70!, los cuales se aplican de manera permanente a nivel mundial y regional. Conocer esta Declaración implica conocer los derechos que nos pertenecen y que debemos exigir y respetar. Sería muy bueno que le dedicaras un poco de tiempo a conocerlos porque, como sabes, es muy difícil exigir aquello que no se conoce. 

sabías que…

El papel de las mujeres en la Declaración Universal de los Derechos Humanos

Las delegadas de varios países desempeñaron un papel clave para que los derechos de la mujer se incluyeran en la Declaración Universal de Derechos Humanos. Hansa Mehta, de India, ha sido ampliamente reconocida por cambiar la frase “Todos los hombres nacen libres e iguales” por “Todos los seres humanos nacen libres e iguales” en el Artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

¡Qué importante el trabajo de estas mujeres para que en la Carta máxima de respeto a los derechos de las personas, se incluyera a las mujeres y a los hombres en condiciones de igualdad! ¿Qué habrías hecho tú? ¿Qué derecho habrías querido que se reconociera?

En la imagen, Angela Jurdak (Líbano), Fryderyka Kalinowski (Polonia), Bodgil Begtrup (Dinamarca), Minerva Bernardino
(República Dominicana) y Hansa Mehta (India), delegadas de la Subcomisión de la Condición Jurídica y
Social de la Mujer, mayo de 1946 en Nueva York. Fuente: Naciones Unidas.

El proceso de ampliación de los derechos humanos responde al principio de progresividad, es decir, a la idea de que no es posible eliminar o desconocer los derechos humanos que fueron formulados o reconocidos por los tratados internacionales o por los gobiernos. Por el contrario, los derechos humanos solo pueden desarrollarse en una dirección: hacia el reconocimiento y ampliación de cada vez mayor número de derechos, para que todas las personas puedan ejercerlos de manera cada vez más plena y efectiva. Esa es, precisamente, la progresividad.

SABÍAS QUE…

La Declaración  y el Programa de Acción de Viena , aprobado por las Naciones Unidas en 1993, señala que “todos los derechos humanos tienen su origen en la dignidad y el valor de la persona humana, y que ésta es el sujeto central de los derechos humanos y las libertades fundamentales, por lo que debe ser el principal beneficiario de esos derechos y libertades y debe participar activamente en su realización”.

¿De qué manera puedes “participar activamente” en la realización de tus derechos humanos? ¿Qué acciones concretas harías?

Además de la progresividad, hay otros principios que son aplicables al ejercicio de los derechos humanos: la universalidad, la indivisibilidad y la interdependencia. La universalidad es la idea básica de que todas las personas, todos los seres humanos, sin excepción, gozan de derechos humanos. La indivisibilidad significa que los derechos humanos no pueden fragmentarse o separarse unos de otros. Esto se relaciona con el principio de interdependencia, que refleja cómo los derechos humanos están vinculados entre sí, por lo que el ejercicio de cualquiera de ellos depende del respeto y ejercicio de otros (por ejemplo, no puedes ejercer el derecho a la libertad de expresión si no se respeta tu derecho a la libre conciencia; o no puedes realizar tu derecho a la salud si está en peligro tu derecho a la vida).

Recuerda que los derechos humanos son inalienables. Esto significa que nadie, nunca, los puede perder. Los derechos humanos están vinculados a la misma existencia de un ser humano y no dependen de la voluntad de nadie: ni de la persona que las tiene, ni de otras personas, ni de los gobiernos. Que sean inalienables implica también que nadie puede renunciar a ellos o transferirlos o venderlos a otra persona.

Si bien los derechos humanos nunca se pierden —las sociedades contemporáneas reconocemos estos derechos y los garantizamos incluso a las personas culpables por la comisión de los crímenes— en ciertas situaciones se pueden suspender.

Por ejemplo, las personas que son declaradas culpables por haber cometido un delito pueden ser privadas de su libertad e incluso perder su derecho a votar —o teniendo ese derecho que el Estado no haga mucho para generar las condiciones para que las personas privadas de su libertad puedan ejercer sus derechos políticos—; en el caso de una emergencia, como lo fue la crisis que se generó con la pandemia ocasionada por el virus SARS-CoV-2 , el gobierno puede restringir temporalmente algunos derechos, como la libertad de movimiento, la de trabajo, la posibilidad de elegir a sus autoridades al suspender las elecciones (incluso impedir votar a quienes estaban contagiados) o que las instituciones de la democracia vean alteradas sus rutinas. Sin embargo, la importancia de los derechos humanos implica que las situaciones en la que estos se suspendan o restrinjan tienen que ser excepcionales y los gobiernos deben cumplir con los procedimientos específicos y exigentes para, por ejemplo, privar de libertad a una persona y suspenderles —de ese modo— sus derechos.

SABÍAS QUE…

Uno de los referentes universales en la lucha por los derechos humanos ha sido Nelson Mandela , nacido en Mvezo, Provincia del Cabo Oriental, en Sudáfrica, el 18 de julio de 1918. Su lucha por los derechos humanos y la igualdad lo llevó a estar preso durante más de veintisiete años por enfrentar el sistema de segregación racial denominado “apartheid” que se había instaurado en Sudáfrica en 1948 y que duró hasta 1992, a través del cual se institucionalizaron una serie de medidas y leyes que despojaron de sus derechos a la población mayoritaria negra (y también a la hindú). Dos de las leyes más conflictivas fueron las que se aprobaron en 1950, una que obligaba a toda la población a declarar su raza, dependiendo de esta se fijaba dónde podían y dónde no podían vivir y otra que prohibía las relaciones sexuales entre razas.

Como nacionalista africano presidió el Congreso Nacional Africano (CNA) entre 1991 y 1997, y a nivel internacional fue secretario general del Movimiento de Países No Alineados entre 1998 y 2002. Fue el primer mandatario negro sudafricano que presidió el gobierno entre 1994 a 1999 y el primero en resultar elegido por sufragio universal en su país. Su gobierno se dedicó a desmontar la estructura social y política heredada del apartheid a través del combate del racismo institucionalizado, la pobreza, la desigualdad social y la promoción de la reconciliación social.

EN RESUMEN

  • Los derechos humanos son una expresión del reconocimiento del valor, dignidad e importancia de todas y cada una de las personas.
  • La Declaración Universal de Derechos Humanos es la carta fundamental donde se encuentran registrados nuestros derechos humanos.
  • Los derechos humanos son inalienables, universales, progresivos, interdependientes e indivisibles.

Nosotrxs las y los niños, ¿tenemos derechos humanos?

Pero, ¡por supuesto! Las niñas y los niños son seres humanos, son personas y, por ello, nacen teniendo derechos. La mayoría de los derechos que tienen las niñas y los niños son exactamente los mismos que tienen los adultos: el derecho a la vida, a la salud, a la libertad de pensamiento, conciencia y expresión, al medioambiente, al bienestar, al acceso a internet, entre muchos, muchos otros.

Sin embargo, hay algunos derechos que están vinculados con la edad y que, conforme vamos creciendo, se pierden… o se suman. Por ejemplo, cuando son niños y niñas no tienen derecho a la participación política. No pueden votar para elegir a quienes van a tomar decisiones en nombre de toda la sociedad, postularse u ocupar cargos a nivel de la comunidad en la que viven. Tampoco tienen algunos de los derechos civiles, pues necesitan ser mayores de edad para poder firmar los contratos, comprar una casa, votar o sacar su pasaporte para poder viajar libremente por el mundo. 

La asociación de estos derechos con la condición de tener más de 16 o 18 años –según el país cambia cuando se es mayor de edad– está relacionada con la necesidad de lograr ciertos aprendizajes sobre el funcionamiento de la sociedad, de la economía, de la política, y también cierta madurez para poder tomar decisiones que llegan a tener consecuencias profundas en la vida de una o uno o en las de otras personas. Lo bueno es que, con el tiempo, se adquieren estos aprendizajes y conocimientos.

Sabías que…

¿Cómo es la protección de los derechos humanos de las personas menores de edad?

Dra. Mónica González Contró, Instituto de Investigaciones Jurídicas, de la Universidad Nacional Autónoma de México, 10 de marzo de 2022.

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Las niñas y los niños —es decir, las personas menores de 12 años— y las y los adolescentes —mayores de 12 pero menores de 16 o 18 años— tienen algunos derechos especiales.

Tienen derecho a tener opiniones y a que las personas adultas las tomen en serio y también tienen derecho a jugar, a desarrollar su propia identidad, a viajar, a ser quienes quieran ser, a descansar y a relajarse… entre muchos otros. Estos derechos reciben también una protección especial, pues como niñas y niños enfrentan algunas limitantes en cuanto a su capacidad de decidir o acceder a los mecanismos de protección de sus derechos. 

Precisamente, son las personas adultas y las instituciones las que deben cuidar, con dedicación especial, de las niñas y los niños.

¿QUÉ DERECHOS TIENEN LAS
NIÑAS Y LOS NIÑOS?

Convención sobre los Derechos del Niño: versión para niños

El único lado malo de los derechos de las niñas y los niños es que algunos de sus derechos se pierden… Las personas adultas tienen derecho al descanso, pero ya no hay leyes o tratados internacionales que protejan su derecho a jugar o relajarse… Eso no quiere decir que no se van a poder divertir cuando sean más grandes, pero que ya no habrá nadie que se preocupe si lo están haciendo. Eso es lo que las personas adultas suelen extrañar de su niñez…😉 

Los derechos de las niñas y los niños son tan importantes que fueron reconocidos por un tratado internacional especial, dedicado a su protección. 

Es la Convención sobre los Derechos del Niño  (CDN), un tratado que establece obligaciones para los gobiernos y también para educadores, padres y madres, personal de salud, entre otros. 

La CDN fue adoptada el 20 de noviembre de 1989 y es el tratado internacional más ratificado en la historia; eso significa que de todos los tratados en materia de derechos humanos que existen en el mundo, este fue adoptado por el mayor número de países: 196 (en comparación, la Declaración Universal de Derechos Humanos fue firmada por 192 países).

30 años de la Convención sobre los Derechos del Niño

UNICEF México
22 de mayo de 2019

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UNICEF México
22 de mayo de 2019

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SABÍAS QUE…

En África y Asia y el Pacífico nueve de cada diez niñas y niños se encuentran en situación de trabajo infantil. La población restante se divide entre las Américas (11 millones), Europa y Asia Central (6 millones) y los Estados árabes (1 millón).

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Una de las violaciones más graves de los derechos de las niñas y los niños en todo el mundo tiene que ver con que muchas veces son forzados a trabajar desde pequeños. Si bien muchos niños y niñas en todo el mundo participan en formas de trabajo remuneradas y no remuneradas que no son perjudiciales para ellos, muchas veces realizan actividades que les convierten en “niños y niñas trabajadores”. Esto se da cuando son demasiado jóvenes para trabajar o participan en actividades peligrosas que pueden comprometer su desarrollo físico, mental, social o educativo. 

En muchos países africanos, por ejemplo, algo más de uno de cada cuatro niñas y niños (de 5 a 17 años) realizan trabajos que se consideran perjudiciales para su salud y desarrollo. Es más, cerca de 72 millones de niñas y niños africanos realizan trabajo infantil. 

México es uno de los países que ha firmado la Convención de Derechos del Niño en 1990. A partir de este momento, los derechos de las niñas y los niños en nuestro país han recibido un reconocimiento formal por parte del gobierno a través de los siguientes mecanismos:

La Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes  (LGDNNA) reconoce 20 derechos de las niñas y los niños en nuestro país:

  1. Derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo.
  2. Derecho a la prioridad.
  3. Derecho a la identidad.
  4. Derecho a vivir en familia.
  5. Derecho a la igualdad sustantiva.
  6. Derecho a no ser discriminado.
  7. Derecho a vivir en condiciones de bienestar y a un sano desarrollo integral.
  8. Derecho de acceso a una vida libre de violencia y a la integridad personal.
  9. Derecho a la protección de la salud y a la seguridad social.
  10. Derecho a la inclusión de niñas, niños y adolescentes con discapacidad.
  11. Derecho a la educación.
  12. Derecho al descanso y el esparcimiento.
  13. Derecho a la libertad de convicciones éticas, pensamiento, conciencia, religión y cultura.
  14. Derecho a la libertad de expresión y acceso a la información.
  15. Derecho a la participación.
  16. Derecho de asociación y reunión.
  17. Derecho a la intimidad.
  18. Derecho a la seguridad jurídica y al debido proceso.
  19. Derecho de niñas, niños y adolescentes migrantes.
  20. Derecho de acceso a las tecnologías de la información y comunicación sin discriminación de ningún tipo o condición.

Trágicamente, a pesar del reconocimiento de los derechos de las niñas y los niños y de las obligaciones de los Estados —y de todas las personas adultas— de otorgarles una protección especial, las cosas no siempre suceden así. Tristemente, con frecuencia, los derechos de los niños y las niñas son regularmente abusados o violados, incluso desde su nacimiento. Las organizaciones internacionales, como Amnistía Internacional , denuncian que unos 290 millones de niñas y niños en todo el mundo no han sido inscritos en el registro civil, por lo que no tienen identidad legal ni prueba de su existencia. Al “no existir” legalmente, estas niñas y niños no pueden exigir sus derechos: no pueden ir a la escuela, recibir atención médica o conseguir un trabajo cuando crezcan.

Muchas niñas y niños no tienen acceso a la educación (aproximadamente 61 millones en todo el mundo no asisten a la primaria), viven en condiciones de pobreza (uno de cada seis niños en 2019, antes de la pandemia), exponiéndolos a violencia doméstica, trabajo infantil, explotación sexual, embarazo adolescente y matrimonio infantil.

Soñar es un Derecho

SABÍAS QUE…

Soñar es un derecho 

La música es un buen instrumento para concientizar sobre los derechos, los obstáculos que enfrentan las y los niños cuando quieren ejercerlos y los contextos de violencia que limitan las oportunidades de la niñez para su desarrollo. El proyecto “Yo protejo. Soñar es un Derecho” es una buena manera de movilizar sobre temas y agendas a través de la música.

¿Tú qué letra escribirías para una canción que denuncie la falta de derechos? ¿Qué ritmo le pondrías?

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Amnistía Internacional  estima que 150 millones de niñas y 73 millones de niños y niñas son agredidos sexualmente cada año. En algunos países, se obliga a las niñas de tan solo nueve años a contraer matrimonio y se juzga a los niños de tan solo seis años como adultos en los tribunales penales.

sabías que…

Mikita Zalatarou tuvo la mala suerte de estar en un lugar equivocado en un momento equivocado. Estaba en una parada de autobús en la plaza central de la ciudad de Homel, en el sureste de Bielorrusia. Todo el mundo a su alrededor discutía intensamente los resultados de las elecciones presidenciales que acababan de terminar, y mucha gente protestaba ese día. La plaza estaba llena de gente. Mikita tenía sólo 16 años y era demasiado joven para votar ese año.

De repente, entre el ruido de la calle, pudo oír que alguien gritaba: “¡Corre!”. La multitud fue perseguida por la policía antidisturbios, pues Alyaksandr Lukashenka se había proclamado vencedor de las elecciones presidenciales, a pesar de que los resultados eran muy estrechos y el gobierno estaba decidido a acallar a cualquier disidencia.

Al día siguiente, varios policías se presentaron en su casa para detenerlo. Mikita fue acusado de lanzar un cóctel molotov a dos policías durante las protestas y fue uno de los miles de detenidos. Tras su detención, fue llevado a una comisaría donde fue golpeado y torturado con descargas eléctricas. Siete meses más tarde, en febrero de 2021, fue condenado a cinco años en una colonia educativa para menores.

Con frecuencia, las niñas y los niños sufren las consecuencias de las malas decisiones y equivocaciones de las personas adultas, pues son quienes resultan gravemente afectados por los conflictos, las guerras o la corrupción. Al menos 330.000 niños son retenidos cada año en centros de detención de inmigrantes en 80 países del mundo, simplemente por ser migrantes o refugiados y muchos de ellos son separados a la fuerza de sus padres y familias, de acuerdo con Amnistía Internacional.

SABÍAS QUE…

Janna Jihad  es una adolescente que ha crecido en el pueblo palestino de Nabi Salih, al norte de la ciudad de Ramallah, en Cisjordania. Este territorio palestino que está bajo la ocupación militar de Israel desde 1967.

Janna y otros niños y niñas palestinos enfrentan la discriminación a diario. El ejército israelí detiene con regularidad a los niños de la aldea de Janna, tienen dificultades para acceder a la educación y a la libertad de movimiento, pues se enfrentan a controles militares que pueden retrasar cualquier viaje. Pueden tardar horas en llegar a la escuela en lugar de unos minutos. A la gente le resulta difícil viajar para trabajar; puede ser casi imposible llegar a un hospital.

Cuando Janna tenía siete años, su tío y su amiga fueron asesinados por el ejército israelí. Janna utilizó el teléfono de su madre para grabar lo que ocurría y mostrarlo al mundo. Cuando era adolescente, sus vídeos en directo eran vistos por cientos de miles de personas en todo el mundo. En 2018, con tan solo 12 años, Janna se convirtió en la periodista con acreditación de prensa más joven del mundo

Las situaciones en las que viven —y la empatía que tienen hacia lo que ocurre— hace que las niñas y los niños, a pesar de su “corta edad”, se interesen por su entorno y por sus comunidades. Frente a las injusticias, las niñas y los niños buscan incidir para mejorar la situación en la que viven. Las niñas y los niños con frecuencia realizan actividades para cuidar su entorno, exigir sus derechos o impulsar cambios positivos en el mundo entero. Las personas jóvenes como Malala Yousafzai,  Greta Thunberg  o Janna Jihad demuestran que las voces de las niñas y los niños tienen la fuerza de inspirar a miles de personas.

EN RESUMEN

  • Las niñas y los niños tienen derechos humanos y algunos derechos especiales, que son reconocidos y protegidos por los tratados internacionales y por las leyes de los países en los que viven.
  • Lamentablemente, los Estados y las personas adultas no siempre cumplen con sus obligaciones y responsabilidades, lo que ocasiona violaciones a los derechos de las niñas y los niños.

¿Cuáles son los derechos humanos básicos? Necesidades y Derechos Humanos

Todas las personas tenemos necesidades básicas y necesitamos cubrirlas de manera satisfactoria para garantizar nuestro desarrollo libre y autónomo y nuestro bienestar. Estas necesidades son universales, pues las tenemos todas las personas: todas y todos necesitamos de los medios de subsistencia (como los alimentos y agua potable), salud (recibir atención médica cuando se requiere), protección (un lugar para vivir, la seguridad, la libertad de los riesgos), afecto (dar y recibir cariño), entendimiento (recibir educación), comunicación (recibir y compartir las ideas), participación (la posibilidad de trabajar, debatir, influir en las decisiones que nos afectan), ocio y recreación (la oportunidad de descanso y entretenimiento), e identidad (tener un nombre, pertenecer a una comunidad, sentirnos cómodos con quienes queremos ser).

Estas necesidades son compartidas por todas las personas, independientemente de la cultura en la que viven, el país o el momento histórico en el que nacieron, porque dependen de nuestra condición de ser humano. Como ya hemos visto cuando se elaboró la Declaración Universal de los Derechos Humanos , los derechos de las personas trascienden fronteras y las necesidades también. En este sentido, podemos decir que las necesidades son fijas, aunque a lo largo del tiempo y en distintas latitudes, las personas llegan a asignarles una jerarquía distinta y emplear distintos medios para su realización, de la misma manera que en diversos momentos las sociedades definen cuáles son los valores que deben perseguir los seres humanos (Tabla II).

Tabla II. Necesidades Humanas y Derechos Humanos

NECESIDADES HUMANAS Y DERECHOS HUMANOS

De subsistencia

Aspectos indispensables para la vida. Incluye satisfactores como la alimentación. Respirar aire limpio.

El abrigo.

Derecho a la alimentación.

Derecho a la vivienda.

Derecho a un medio ambiente sano.

De salud

Se satisfacen mediante los servicios médicos, la prevención de enfermedades, así como la higiene personal y el del lugar donde se vive

Derecho a la vida.

Derecho a la salud.

Derecho a un medio ambiente sano.

De entendimiento

Sus satisfactores son la educación, la investigación, la estimulación temprana y el pensamiento crítico.

Derecho a la educación.

Derecho a la información.

De protección

Implican contar con un lugar que sirva de vivienda y resguardo, así como vivir en un entorno en el que las personas se sientan seguras en su integridad física, su vida y sus pertenencias.

Derecho a la seguridad y la protección. Derecho a la vivienda.

Derecho a no ser molestado en el domicilio ni a sus pertenencias.

Socioafectivas

Incluye la autoaceptación, la satisfacción laboral, la calidad de las relaciones afectivas.

Derechos sexuales y reproductivos.

Derecho a no ser discriminado por preferencia sexual.

Derecho a una vida libre de violencia.

De comunicación

Se satisfacen al expresar necesidades, deseos, intenciones, ideas y creencias.

Derecho a la libertad de expresión.

Derecho a la libertad de cultos y libertad religiosa.

Ocio y creación

Se satisfacen a través de condiciones para el descanso, para el disfrute de tiempo libre y para el desarrollo del potencial creador.

Derecho a la libertad de expresión.

Derecho a la libertad de cultos y libertad religiosa.

Identidad

Se satisface con el respeto a la libertad de ser, esto es, la posibilidad de las personas para expresar su humanidad sin restricciones.

Derecho a tener un nombre y una nacionalidad, a pertenecer a una  cultura y a expresarse en la lengua materna.

Derecho a construir una identidad personal y colectiva libre de prejuicios.

Fuente: Conde Flores et al. (2015: 37).

La satisfacción de las necesidades básicas de las personas resulta fundamental por dos razones. Primero, es considerada una condición necesaria para que las personas puedan realizar su vida y perseguir cualquier fin que consideren valioso e importante para sí mismos. Segundo, cuando las necesidades básicas no están satisfechas, las personas sufren daños y perjuicios graves que pueden afectar su salud, su bienestar físico y psicológico. Estas dos razones poderosas evidencian porque es tan importante buscar la satisfacción de las necesidades básicas de todas las personas y porque han surgido los derechos humanos como mecanismos para garantizar que así suceda.

Algunas personas sostienen que el enfoque que debemos usar para hablar de las necesidades básicas y de los derechos humanos como mecanismos para satisfacerlas es el enfoque de las capacidades. De acuerdo con este enfoque, las personas deben tener la libertad y la oportunidad de satisfacer sus necesidades. Amartya Sen,  un filósofo y economista indio, sostiene esas ideas y considera que nuestro análisis del bienestar tanto a nivel individual como a nivel de las sociedades debe centrarse no en la cantidad de bienes o recursos que tenemos disponibles, sino en la calidad de la vida que tienen las personas y en qué medida esta les permite satisfacer sus necesidades y realizar sus objetivos.

sabías que…

¿Cómo saber si las necesidades de las personas están satisfechas?

La Organización de Naciones Unidas, a través del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) , cada año evalúa el grado de satisfacción de las necesidades básicas de todos los países del mundo. El Índice de Desarrollo Humano (IDH)  mide el nivel de desarrollo de cada país atendiendo a variables como la esperanza de vida, la educación o el ingreso per cápita.

En este mapa puedes observar el nivel de desarrollo -de satisfacción de las necesidades básicas- en todo el mundo.

Reflexiona: ¿Cómo está nuestro país en comparación con otros? ¿Estás de acuerdo con esta valoración?

Fuente: Elaboración propia a partir del Índice de Desarrollo Humano de la ONU

Imagínate que vives en una ciudad opulenta, con muchos recursos y dinero, pero todos los días las personas de tu familia tienen que hacer dos o tres horas para llegar a su trabajo y casi no tienen tiempo para compartir entre ellos ni para conversar sobre cómo están o cómo se sienten. 

Pueden tener mucho dinero pero no tienen calidad de vida ni tampoco bienestar.

De ahí que sea tan importante mejorar el transporte público, reducir la movilidad de las personas y equilibrar el tiempo que mujeres y hombres dedican a trabajar y a las tareas de cuidado para que esa sociedad pueda contar con mecanismos para satisfacer sus necesidades de manera satisfactoria. 

No se trata de tener cosas ni dinero -sólo por tenerlas- sino de poder cubrir nuestras necesidades, contar con servicios de calidad y procurar el bienestar de la comunidad.

Amartya Sen

SABÍAS QUE…

Amartya Sen: El desarrollo desde la perspectiva de las capacidades

Elaborado por David Andrés Salgado Sanchez, Valentina Cardona Castaño, Santiago Morales Valencia, Mateo Madrigal Córdoba, Daniel Jesús Caicedo Zapata

26 de Abril de 2020

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26 de Abril de 2020

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Bajo el enfoque de las capacidades, el objetivo fundamental que debemos lograr es que las personas tengan la capacidad —la libertad y la oportunidad— de vivir la vida que cada una o uno quiera llevar, sin las restricciones de la pobreza ni las consecuencias de hechos circunstanciales como una pandemia, una hambruna, un gobierno autoritario o una guerra. 

En esta perspectiva, las personas deben ser libres para satisfacer sus necesidades de manera que mejor les parezca, de perseguir los valores que consideren relevantes, y de tener las oportunidades efectivas y reales, para tomar y realizar sus decisiones.

Fundación Princesa de Asturias

SABÍAS QUE…

Discurso de Martha C. Nussbaum, Premio Príncipe de Asturias 

Fundación Princesa de Asturias

11 de junio de 2013

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Fundación Princesa de Asturias

11 de junio de 2013

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EN RESUMEN

  • Todas las personas tenemos las mismas necesidades (de subsistencia, salud, protección, afecto, entendimiento, comunicación, participación, ocio y recreación e identidad).
  • Los derechos humanos apuntan a garantizar la satisfacción de las necesidades básicas para que las personas puedan desarrollarse de manera libre, plena y autónoma.

El derecho a tener derechos. Conozcamos más en profundidad los diferentes derechos

Derechos civiles y políticos

Ser ciudadana o ciudadano significa ser miembro pleno de una comunidad, tener los mismos derechos que los demás y las mismas oportunidades de influir en el destino de la comunidad. Gozar de ciudadanía supone tener derechos políticos y electorales. 

Precisamente, conseguir esos derechos –que tienen que ver con participar, votar o controlar al poder– ha sido una conquista de las democracias modernas que surgieron en el siglo XIX. 

Con el paso del tiempo, unos derechos políticos que originalmente se daban sólo a los varones se le reconocieron a todas las personas, sin importar su género, su raza, su lugar de nacimiento, su pertenencia a diversos grupos sociales, económicos, ideológicos y religiosos.

SABÍAS QUE…

¿Cuántos derechos humanos hay?

La Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH) aprobada por la Organización de Naciones Unidas en 1948 contiene 30 artículos que reconocen los siguientes derechos

De ahí que los derechos civiles y políticos son aquellos que garantizan las libertades fundamentales de las personas, su autonomía frente al Estado y su posibilidad de participar en las decisiones públicas.

  • Los derechos civiles se enfocan en la protección de la vida, integridad y libertad personal, e incluyen los derechos a la integridad física y mental, la vida y la seguridad de las personas; la protección contra la discriminación por motivos de sexo, raza, orientación sexual, origen nacional, color, edad, afiliación política, etnia, clase social, religión y discapacidad, así como los derechos individuales como la privacidad y la libertad de pensamiento, expresión, religión, prensa, reunión y movimiento.
  • Los derechos políticos, a su vez, incluyen el acceso a la justicia (la igualdad ante la ley, los derechos del acusado, el derecho a un juicio justo; el debido proceso; el derecho a buscar reparación o un recurso legal) y también a los derechos de participación en la sociedad civil y la política, como la libertad de asociación, el derecho de reunión, el derecho de petición, el derecho de autodefensa y el derecho de voto, entre otros.

Los derechos civiles y políticos —derechos de la primera generación— fueron los primeros en lograr un reconocimiento normativo en la era moderna. Se plasmaron inicialmente en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos , que es un documento redactado por el segundo Congreso Continental -en la Cámara Estatal de Pensilvania, en Filadelfia, el 4 de julio de 1776- y que proclamó que las Trece Colonias norteamericanas​ se autodefinieran como trece nuevos Estados soberanos e independientes de Gran Bretaña. Años después también se incluyeron en la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano , aprobada por la  Asamblea Nacional Constituyente francesa el 26 de agosto de 1789, incorporando la doctrina de los derechos naturales  y dando cuenta de que los derechos del hombre se deben entender como universales.

Ambos textos buscaban reconocer la libertad de las personas, su derecho a la propiedad, seguridad e igualdad ante la ley y, fundamentalmente, la idea revolucionaria de que el poder político sólo es legítimo cuando se constituye a partir del apoyo de la ciudadanía.

SABÍAS QUE…

Una historia mundial de los derechos de las mujeres en 3 minutos 

ONU Mujeres

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Si bien en aquellos tiempos el reconocimiento de la ciudadanía solamente fue otorgado a los varones, con el paso del tiempo y a través de la lucha incansable del movimiento feminista que estudiamos en el primer Módulo  de Faro Democrático se logró el reconocimiento de los derechos civiles y políticos de todas las personas. La asociación de la legitimidad para ejercer el poder político con la autorización de la ciudadanía llevó al resurgimiento de la idea de democracia, entendida como un sistema político en el cual las personas participan, de manera compartida, en el ejercicio del poder. Por ello, uno de los derechos políticos centrales para la actualidad es el de la participación ciudadana.

Las personas tenemos derecho a decidir y participar en la toma de decisiones de nuestra colonia, ciudad o país. En las democracias de la Antigüedad, por ejemplo, en Atenas, los ciudadanos (que en aquel tiempo eran solamente los hombres libres y con propiedades) discutían y decidían en las asambleas que integraban a toda la comunidad y ejercían los cargos de manera rotativa. A pesar de lo interesante de esa idea, hacerlo de ese modo no es viable en la actualidad. Nuestras sociedades son demasiado grandes y las decisiones que se deben tomar abarcan hoy temas demasiado complejos. En las democracias modernas tomamos decisiones y participamos fundamentalmente a través del voto, de poder reunirnos con otras personas para conversar sobre cómo mejorar la situación de nuestra comunidad y decidir cómo solucionar los problemas a través de diversos grupos políticos como los partidos políticos o los movimientos sociales, de participar en las instituciones y en la vida pública. Cada determinado tiempo acudimos a las urnas y votamos por los ciudadanos y ciudadanas que nos queremos que nos representen y que tienen el mandato de decidir (por nosotros y nosotras) lo que es mejor para toda la comunidad. 

sabías que…

¿Qué tanto se respetan los derechos políticos y civiles en el mundo?

La organización Freedom House  evalúa, cada año, la calidad de la democracia en los distintos países del mundo. Uno de los elementos que toma en cuenta, es el grado en el que se respetan los derechos políticos y los derechos civiles, reconociéndolos como el fundamento de la democracia.

En esta gráfica puedes observar el grado de protección de los derechos políticos y civiles en distintos países del mundo, incluido México. ¿Cómo está nuestro país en comparación con otros? ¿Estás de acuerdo con esta valoración?

Fuente: Elaboración propia a partir de Freedom House.

Las y los ciudadanos tenemos el derecho a organizarnos y reunirnos para defender nuestros derechos. El ejercicio democrático requiere que todas las personas podamos tener diferentes recursos para manifestar nuestras opiniones y participar en la vida pública. Poder reunirnos con otras personas y crear organizaciones que nos ayuden a canalizar nuestras demandas e intereses es sumamente importante para hacer efectivo este derecho. La posibilidad de ejercer el derecho de reunión y de asociación pacífica ofrece la oportunidad de expresar nuestras opiniones políticas, participar en proyectos artísticos y otras actividades culturales, económicas y sociales, además de tomar parte en cultos religiosos, fundar sindicatos y afiliarse a ellos, y elegir representantes para defender nuestros intereses.

También este derecho permite a cada uno y a cada una —a través de las movilizaciones, manifestaciones y formas no convencionales de participación— mostrar oposición al desempeño del gobierno, las leyes o las políticas que impulsan (y sus resultados). Las manifestaciones pacíficas contribuyen al desarrollo, al fortalecimiento y a la efectividad de los procesos democráticos. Son —como hemos visto en el Módulo 2— otra manera de ejercer y amplificar nuestra voz. De ahí que el derecho de asociación  y de reunión también sean considerados como derechos humanos y posibilite que podamos participar en la definición de las decisiones a través, por ejemplo, de los partidos políticos de los grupos de interés  o de los movimientos sociales.

Junto al derecho de elegir a las autoridades, de asociarnos y participar, también está el derecho al control político del ejercicio de gobierno por parte de la ciudadanía. En un país democrático, quienes gobiernan y quienes desempeñan funciones administrativas deben realizar sus tareas con apego a las normas (legalidad) y con la responsabilidad que implica el deber de generar las políticas públicas que beneficien a toda la sociedad

SABÍAS QUE…

Anna Politkovskaya era una periodista rusa, nacida en Estados Unidos y de ascendencia ucraniana. Ella escribió en sus artículos sobre el intento de Chechenia de convertirse en una nación independiente y de cómo el ejército ruso intentó detenerlo. Sus reportajes también retrataban cómo muchos periodistas y trabajadores humanitarios habían sido secuestrados o asesinados. Su arma era la palabra. Solía decir que “lo importante era la información, no lo que pensemos sobre ella”.

Como a las fuerzas de seguridad rusas no le gustaron sus artículos, fue arrestada, envenenada y perseguida por informar sobre lo que ocurría en las guerras en Chechenia y también sobre el gobierno de la administración Putin. Recibió numerosos premios internacionales por su trabajo. Murió acribillada en el ascensor del edificio de su apartamento en Moscú el 7 de octubre de 2006.

Como ya lo hemos visto en el Módulo 1  de este Faro Democrático, según Karl Popper , un filósofo inglés, el hecho de que cualquier persona puede analizar críticamente las consecuencias de las políticas públicas y que estas pueden ser abandonadas o modificadas a partir de tal análisis es en sí mismo un elemento distintivo de un régimen democrático. Para que las personas puedan ejercer este derecho, es indispensable que tengan acceso a la información y a la libre expresión.

En las sociedades modernas el control de gobierno se realiza a través de diversos mecanismos: el voto (durante las elecciones podemos decidir si queremos que las mismas personas u opciones políticas continúen en el gobierno), la transparencia (que nos permite acceder a la información sobre las decisiones de gobierno y, así, evaluarlas), la fiscalización (que es el ejercicio de revisar cómo los gobiernos gastan los recursos financieros de todas y todos nosotros) y los mecanismos de democracia directa, como las consultas populares o el presupuesto participativo. Considerar al control político como parte de los derechos políticos es muy importante porque -muchas veces- creemos que la democracia es sólo elegir representantes una vez cada cuatro o seis años. Es decir, como si los derechos políticos fueran sólo ir a votar. ¡Esto no es así! Debes elegir y debes controlar a quienes elijas. La base de una buena democracia está en que las personas controlemos a nuestros representantes y exijamos rendición de cuentas.

Dado que tú ejerces tu derecho a revisar lo que hacen las personas políticas, ellos y ellas tienen la obligación de responder por sus decisiones frente a la ciudadanía. El politólogo austríaco, radicado en México, Andreas Schedler (1999: 17) sostiene que la rendición de cuentas tiene tres aspectos centrales: información, justificación y castigo o recompensa. El primer aspecto, la información sobre el acto o la actividad de un político o de un órgano político (el gobierno, el Congreso, las Gubernaturas, entre otros) resulta indispensable para valorar la eventual responsabilidad de una persona que toma decisiones en nombre de los otros. Sin información es imposible controlar. El segundo se refiere a las razones provistas por el gobernante sobre su comportamiento y sus decisiones. Conocer las motivaciones siempre ayuda a que podamos tener una mejor evaluación de las actividades que hace la persona evaluada. El tercero es la actitud que asume el electorado cuando reflexiona sobre la información que tiene sobre las justificaciones dadas y sobre sus expectativas e intereses.

Como señala Leonardo Morlino (2020: 30), para que haya rendición de cuentas debe haber reciprocidad o responsividad, o sea la capacidad de respuesta de los gobernantes a las demandas de los gobernados. Esto significa que los gobernantes deben conocer cuáles son las demandas del electorado y que la evaluación de la respuesta del gobierno pueda manifestar su acuerdo o desacuerdo con las mismas. Llevar a cabo la reciprocidad muchas veces es difícil. Para que pueda darse de manera plena el cumplimiento de estos derechos, las y los ciudadanos deben informarse, conocer cómo funcionan las instituciones y el sistema político y también saber qué quieren ellos mismos que los políticos hagan desde sus puestos. Conocer qué ideas y qué políticas proponen las y los representantes -y también lo que nosotros esperamos y queremos de ellos- es clave para poder hacer un buen control político.

Otro aspecto a considerar cuando pensamos en los derechos políticos tiene que ver con nuestra capacidad de ejercer el gobierno y ocupar cargos públicos, tanto los electivos como en la administración pública. 

Este derecho, al igual que el resto de los derechos políticos, están reservados a las personas que pertenezcan a una comunidad política determinada (es decir, sean ciudadanas o ciudadanos de un país, como vimos en el Módulo 2) y que cumplan con algunos otros requisitos, como la edad o la nacionalidad. Esto no es una cuestión menor porque -en algunos países- el asociar los derechos políticos al lugar de nacimiento hace que personas que nacieron en otras partes pero que viven y conviven con nosotros en nuestra colonia o ciudad no puedan acceder a los mismos derechos.

En México están reconocidos todos estos derechos en nuestra Constitución (en el Capítulo Primero se encuentran los derechos civiles y algunos de los derechos políticos) y en todo el andamiaje normativo institucional que protege y especifica el modo en que se reconocen y ejercen esos derechos. El derecho al voto fue la antesala del reconocimiento a otros derechos políticos, que están consagrados en la actualidad como parte de la Declaración Universal de Derechos Humanos y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, ratificados por el Estado Mexicano.

Tabla III. Los derechos políticos en México

DERECHOS POLÍTICOS

DESCRIPCIÓN

LEGISLACIÓN MEXICANA

Derecho de petición

Hacer una petición a las cámaras o a los órganos ejecutivos, exponer sus necesidades a fin de influir en sus decisiones, así como solicitar información mediante un escrito dirigido a las autoridades. La autoridad debe responder por escrito a quién le hizo la petición.

En asuntos políticos sólo los ciudadanos pueden ejercer este derecho.

Favorece una cultura de rendición de cuentas, así como la transparencia en el ejercicio del poder político. 

Derecho a participar de manera directa o a través de representante, en asuntos públicos y en el gobierno

Todas las personas tienen derecho a presentar, en igualdad de oportunidades, sus ideas y propuestas, ya sea de manera escrita o verbal. Tienen el derecho a que sus propuestas sean escuchadas o leídas.

Artículos 26 y 35 de la Constitución federal.

Derecho de asociación y reunión.

Reunirse o asociarse individual y libremente con cualquier propósito lícito y para tomar parte en forma pacífica en los asuntos del país. Incluye el derecho a formar partidos políticos. En asuntos políticos sólo podrán participar los ciudadanos. No se consideran legales las reuniones armadas. La autoridad no puede disolver ninguna asociación lícita y pacífica. […]

Artículos 9 y 35 de la Constitución federal .

Derecho a votar

Todos los ciudadanos, hombres y mujeres, tienen derecho a elegir a quienes hayan de ocupar determinados cargos públicos y para expresar su opinión sobre una ley o una acción de gobierno.

Artículo 35 de la Constitución federal .

Derecho a ser consultado sobre leyes, políticas, programas y proyectos

Es deber de los Estados consultar previamente a los ciudadanos sobre leyes, políticas, programas o proyectos que afecten derechos y libertades fundamentales.

Artículo 35 de la Constitución federal.

Derecho a ocupar cargos públicos

Postularse a ocupar cargos de elección popular en el lugar de residencia. También incluye el derecho a ejercer el poder político mediante su incorporación en los Poderes Legislativos, Ejecutivo y Judicial, y en otros aspectos de la administración pública.

Artículo 35 de la Constitución federal.

Fuente: Conde Flores et al. (2015: 122).

EN RESUMEN

  • Los derechos civiles y políticos son aquellos que garantizan las libertades fundamentales de las personas, su autonomía frente al Estado y su posibilidad de participar en las decisiones públicas.
  • Tiene que ver con asociarnos con otros, votar, participar en las decisiones y controlar el poder político.
  • La democracia es el único sistema político que tiene como objetivo la realización de los derechos civiles y políticos de todas las personas.

Derecho a libre expresión y a la información.

El derecho a la libre expresión es el derecho que tenemos todas las personas de tener y expresar opiniones e ideas sin que exista una interferencia por parte del gobierno u otras personas y sin miedo a represalias, censura o sanción posterior. 

La libertad de palabra, o libertad de expresión, se aplica a las ideas de todo tipo, incluidas las que nos pueden parecer ofensivas; el hecho de que alguna opinión no nos guste o nos incomode no significa que podamos o debamos silenciarla. Sin embargo, aunque los tratados internacionales protegen la libertad de expresión de manera muy amplia, no se trata de un derecho que podemos ejercer de manera irrestricta. 

Hay casos en los que ésta puede restringirse legítimamente en virtud de la misma ley, por ejemplo, cuando viola los derechos de los demás o hace apología del odio e incita a la discriminación o la violencia.

SABÍAS QUE…

Libertad de expresión e internet

Comisión Interamericana de

Derechos Humanos

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También está estrechamente vinculada a la libertad de asociaciónel derecho a formar y afiliarse a clubes, sociedades, sindicatos o partidos políticos con quien se desee— y a la libertad de reunión pacífica, incluyendo el derecho a participar en una manifestación pacífica o en una reunión pública—. Esto significa que, cuando nos afiliamos a una organización de sociedad civil o un partido político, organizamos una protesta o participamos en una marcha —como por ejemplo las que se organizan en torno al 8 de marzo en las que participan fundamentalmente las mujeres— también estamos ejerciendo nuestro derecho a la libre expresión.

El derecho fundamental a la libertad de expresión abarca al derecho a la información, es decir, la libertad de “buscar, recibir y difundir información e ideas a través de cualquier medio de comunicación y sin consideración de fronteras”, como lo señala el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Esto significa que las personas, además de poder expresarnos libremente, tenemos el derecho a informarnos acerca de todos los temas de nuestro interés, incluyendo la información sobre la actuación y las decisiones de los gobiernos.

El acceso a la información desempeña un papel esencial en los procesos sociales y políticos de nuestras sociedades. Sin el acceso a la información, los miembros de los medios de comunicación no pueden buscar y recibir información sobre asuntos de importancia para el público. Sin él, los gobiernos no pueden rendir cuentas de sus acciones, ni están abiertos al escrutinio público. Sin este derecho -muchas veces- nosotros tampoco podemos conocer qué es lo que ocurre. 

Este tipo de posibilidad de poder saber más sobre las decisiones que se toman en nuestras instituciones, sociedades o comunidades es clave para que las democracias sean más transparentes y robustas.

SABÍAS QUE…

El derecho de acceso a la información

Dra. María Marván Laborde,
Instituto de Investigaciones
Jurídicas de la Universidad
Nacional Autónoma de
México, 10 de marzo de 2022.

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Dra. María Marván Laborde,

Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, 10 de marzo de 2022.

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EN RESUMEN

  • La libertad de expresión es el derecho que tenemos todas las personas de tener y expresar opiniones e ideas sin que exista una interferencia, censura o sanción por hacerlo.
  • El acceso a la información es la libertad de buscar, recibir y difundir información e ideas a través de cualquier medio de comunicación y sin consideración de fronteras.

Derechos económicos, sociales y culturales

Los derechos económicos, sociales y culturales (DESC) son los que pretenden garantizar la satisfacción de las necesidades básicas de los individuos y lograr la igualdad entre las personas. Pertenecen a la llamada “segunda generación de derechos”, reflejando la idea detrás de su reconocimiento: ciertas condiciones de igualdad económica, social y de participación en la cultura son indispensables para que las personas puedan ejercer sus derechos civiles y políticos, y para que puedan vivir una vida plena y desarrollarse libremente.

sabías que…

Los DESC son muy amplios. Entre los derechos más importantes que incluyen están los derechos a un nivel de vida adecuado, a la alimentación, a la salud, al agua, al saneamiento, al trabajo, a la seguridad social, a una vivienda adecuada, a la educación, a la cultura, así como al medio ambiente sano. Todos estos derechos están reconocidos por los Estados en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales  (PIDESC), aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 16 de diciembre de 1966. En la actualidad, 166 países han signado el Pacto.

Los derechos económicos, sociales y culturales no pueden ser considerados únicamente como una lista de buenos deseos o ideales que resultan inalcanzables; por el contrario, se trata de los derechos que establecen obligaciones concretas que los Estados deben cumplir. Sin embargo, hay que reconocer que el cumplimiento de estas obligaciones se da de maneras muy diversas —o con distintos grados de satisfacción— en los países y regiones del mundo. La dificultad en el cumplimiento de los DESC tiene que ver, por un lado, con la disponibilidad de los recursos: tomando en cuenta las necesidades de las personas y la cantidad de las personas que requieren de apoyo en su realización, con frecuencia es complejo lograr una adecuada distribución de los recursos. Por otro lado, no es nada sencillo determinar qué significa cumplir con las obligaciones que establecen las DESC.

Los derechos económicos, sociales y culturales no pueden ser considerados únicamente como una lista de buenos deseos o ideales que resultan inalcanzables; por el contrario, se trata de los derechos que establecen obligaciones concretas que los Estados deben cumplir. Sin embargo, hay que reconocer que el cumplimiento de estas obligaciones se da de maneras muy diversas —o con distintos grados de satisfacción— en los países y regiones del mundo. 

La dificultad en el cumplimiento de los DESC tiene que ver, por un lado, con la disponibilidad de los recursos: tomando en cuenta las necesidades de las personas y la cantidad de las personas que requieren de apoyo en su realización, con frecuencia es complejo lograr una adecuada distribución de los recursos. Por otro lado, no es nada sencillo determinar qué significa cumplir con las obligaciones que establecen las DESC. Por ejemplo, no existe un consenso al respecto de qué significa una vivienda digna (¿qué tamaño debe tener? ¿de qué materiales debe ser construida? ¿en qué lugar debe situarse?), cuáles deben ser los servicios de salud que debe proporcionar el gobierno (¿el gobierno debe cubrir el acceso a todas las medicinas para todas las personas?) y por qué otros unos procedimientos y medicamentos pueden ser de acceso universal y otros deben ser pagados por las personas (¿el gobierno debe financiar los procedimientos estéticos? ¿debe financiar solamente los procedimientos indispensables para la protección de la vida y la salud, o también aquellos que mejoran la calidad de vida de las personas?).

SABÍAS QUE…

Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC)

PNUD Proyecto DDHH

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PNUD Proyecto DDHH

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Las instancias internacionales, los tribunales, las organizaciones de la sociedad civil o la academia trabajan constantemente para tratar de identificar cuáles tendrían que ser los estándares o mínimos aplicables para el ejercicio de los DESC. Así, por ejemplo, el Comité DESC de las Naciones Unidas, al emitir en el año 2000 sus Observaciones Generales, ha propuesto los siguientes estándares de cumplimiento:

  • Asegurar el acceso a una alimentación esencial mínima que sea nutritiva, adecuada y segura, y que garantice que nadie padezca hambre.
  • Garantizar el acceso a un hogar, a una vivienda y a unas condiciones sanitarias básicas, así como a un suministro adecuado de agua potable.
  • Facilitar medicamentos esenciales, según las definiciones periódicas que figuran en el Programa de
    Acción sobre Medicamentos Esenciales de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
  • Garantizar el derecho de acceso al empleo, en especial por lo que respecta a las personas y grupos desfavorecidos y marginados, de manera que ello les permita llevar una existencia digna.
  • Garantizar el acceso a un sistema de seguridad social con un nivel mínimo de prestaciones que abarquen por lo menos la atención básica de la salud, las necesidades básicas de alojamiento y vivienda, el agua y el saneamiento, los alimentos y las formas más básicas de enseñanza (Sandoval Terán y de la Torre, 2010: 19—20).
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