Cohesión social
¿QUÉ CONTRIBUYE A QUE HAYA MAYOR COHESIÓN SOCIAL?
Como te puedes imaginar, diversos factores dificultan que una sociedad esté cohesionada: las fuertes brechas sociales y culturales, la corrosión de la gobernabilidad, la erosión de las fuentes tradicionales de pertenencia a una comunidad, los altos niveles de exclusión social o segregación en grupos de la comunidad y que la gente desconfíe fuertemente de los gobernantes, de los dirigentes de los partidos e incluso de las instituciones públicas. Todos estos elementos hacen más difícil la cohesión social. Entonces, si la cohesión social es tan importante para la salud de la democracia, ¿Qué se te ocurre que podemos hacer para que haya mayor cohesión social en la sociedad? ¿Qué debería pasar para que haya más cohesión? Se nos ocurren algunas cosas como una mayor confianza en las instituciones, políticas multiculturales y de no discriminación, mayor solidaridad así como participación social y comunitaria. Veamos cómo funciona cada una de ellas en relación a la cohesión social.
CONFIANZA EN LAS INSTITUCIONES
Uno de los elementos básicos para que haya más cohesión social es que las personas confiemos en otras personas. La confianza consiste en una esperanza firme de que algo suceda, sea o funcione de una manera determinada o, también, que otra persona actúe de acuerdo a nuestras expectativas. Confiamos porque esperamos que nuestros amigos, nuestros padres, nuestros hermanos hagan algo como nosotros queremos que sea. Cuando esa confianza se traslada a las instituciones, supone que esperamos que esas instituciones (el Presidente o Presidenta, el Congreso, los jueces y juezas, el Presidente o Presidenta Municipal, por mencionar algunas) hagan lo que nosotros esperamos.
La confianza implica vulnerabilidad. Margaret Levi y Laura Stoker, dos académicas estadounidenses, sostienen que cuando uno tiene confianza hacia otro individuo, grupo o institución, se hace vulnerable hacia ese otro, que tiene la capacidad de hacerle daño. El miedo a ser traicionado o a que nos hagan daño hace difícil confiar, porque a nadie le gusta sentirse vulnerable y nadie desea ser traicionado por otros. Por eso el reto de confiar en otro o confiar en las instituciones supone expectativas y el deseo de que esas expectativas sean satisfechas.
What we don’t understand about trust
Onora O’Neill. TEDTalk. Junio de 2013. 9’40’’.
WHAT WE DON'T UNDERSTAND ABOUT TRUST
Construir confianza en cualquier relación entre personas no es una cosa sencilla. Así como la confianza es muy importante en las relaciones que emprendemos de manera cotidiana, también lo es para la democracia. De hecho, Gabriel Almond y Sidney Verba, dos de los más grandes estudiosos de la cultura política, establecieron desde la década de 1960 que la confianza es un requisito importante para la democracia. Estos autores no se referían únicamente a la confianza en las instituciones políticas, sino también a la que se da entre las personas, es decir, a la confianza interpersonal. Entonces, para que la democracia funcione adecuadamente se requiere que las personas tengan confianza en sus instituciones políticas, pero también que ésta permee en todas las relaciones que tienen lugar en una sociedad.
Cuando hablamos de confianza hacia las instituciones políticas, podemos decir que ésta tiene una orientación evaluativa, es decir, la confianza se construye a partir de qué tan bien creemos que funcionan dichas instituciones de acuerdo a nuestras expectativas. Por ejemplo, si tú crees que las instituciones de justicia no funcionan adecuadamente, tu confianza en esas instituciones va a ser baja. Conocer los niveles de confianza que tiene una sociedad hacia las instituciones políticas es de suma utilidad, pero, ¿cómo podemos saber cuáles son esos niveles? ¿bastaría con que le preguntara a mis amigos y amigas más cercanos?
Una manera de medir la confianza que tienen las ciudadanas y ciudadanos en las instituciones democráticas son las encuestas. Las encuestas son un instrumento para medir las preferencias de las personas sobre ciertos temas. Entonces, con una de esas herramientas puedes conocer el sentir de los individuos de cualquier sociedad. Por supuesto, hay instituciones especializadas en el desarrollo de encuestas y miden constantemente las preferencias de las personas sobre distintos temas, por ejemplo, la confianza. Entonces, en una encuesta se colocan los nombres de diversas instituciones y las personas dicen cuál es su grado de confianza (bajo, medio o alto).
Cada año, una empresa llamada Consulta Mitofsky, hace una medición de la confianza que depositan las y los mexicanos en las instituciones. En la medición más reciente llevada a cabo en 2019, las instituciones que gozaron de mayor confianza en México fueron las universidades, el ejército y la presidencia. Las instituciones que gozaron de menor confianza fueron: la policía, los senadores, los sindicatos, los partidos políticos y los diputados. Además de acuerdo a la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos en México (OCDE) sólo 26 por ciento de la población confía en las instituciones de gobierno nacional (OCDE, 2018). ¿Te has puesto a pensar en qué institución política confías más? ¿por qué?
confianza en México fueron las universidades, el ejército y la presidencia. Las instituciones que gozaron de menor confianza fueron: la policía, los senadores, los sindicatos, los partidos políticos y los diputados. Además de acuerdo a la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos en México (OCDE) sólo 26 por ciento de la población confía en las instituciones de gobierno nacional (OCDE, 2018). ¿Te has puesto a pensar en qué institución política confías más? ¿por qué?
SABÍAS QUÉ…
China es el país que más confía en las instituciones. En el último reporte de Edelman, una consultora de comunicación, China obtuvo el primer lugar: ¡74 por ciento de las personas confían en las instituciones!
Te preguntarás qué es lo que hace a China un país diferente de los otros. ¿Por qué confían más? En un estudio reciente publicado por Cary Wu y Rima Wilkes, de la Universidad de British Columbia en Canadá se descubrió que estos niveles de confianza se deben principalmente al control político del gobierno en China. Al ser un país no democrático, el gobierno puede intimidar a la ciudadanía o ejercer un control muy fuerte sobre ellos para que los resultados de las encuestas les beneficie.
La confianza es un factor muy importante para que la democracia funcione adecuadamente y que la cohesión social exista. Como sabes, la democracia requiere de la suma de esfuerzos de todas las personas y cuando existe un ambiente de baja confianza, es difícil esperar que las personas participen. La desconfianza en exceso genera pesimismo y repudio por nuestras instituciones y eso no es positivo para la democracia.
Resulta difícil que una persona confíe en las instituciones políticas si constantemente está recibiendo noticias de su mal funcionamiento. Si los medios de comunicación reportan continuamente escándalos de corrupción o si en el día a día ves que la inseguridad crece e impacta a tu entorno más inmediato, ¿cómo puede entonces una persona tener confianza? Este punto es muy importante. Tu percepción de lo que ocurre y de cómo funciona la política y sus instituciones está mediada por lo que dicen los medios de comunicación. Así que la manera de mejorar tu percepción de las cosas es que sigas varios medios, escuches múltiples voces y perspectivas y que siempre contrastes las noticias para verificar que son ciertas.
El fortalecimiento de la confianza es una tarea muy importante para las democracias. Lamentablemente, estos niveles de confianza están cayendo. Esto no es un problema sólo de México, sino más bien universal. Los niveles bajos de confianza trastocan incluso a las democracias más maduras y consolidadas. ¿A qué puede deberse esto? Existen muchas explicaciones, pero si intentamos encontrar algún factor que nos ayude a explicar estos niveles de confianza en todas las regiones, podemos pensar en la globalización, es decir, el proceso histórico de integración mundial en el ámbito económico, político, tecnológico, social y cultural, que ha contribuido a hacer del mundo un lugar más interconectado.
La globalización ha producido cambios importantes en las relaciones económicas y ha revolucionado los ritmos de la vida cotidiana de las personas. Estos cambios, por supuesto, han generado tensiones en la democracia. Es natural que habiendo tantos problemas importantes por superar como la inseguridad, el desempleo, la pobreza, la desigualdad, entre muchos otros, las personas no tengan niveles altos de confianza. Por supuesto, no se trata de negar que existen todos estos problemas. Es difícil que una persona pueda confiar al 100 por ciento en las instituciones de su país, si continuamente observa que su desempeño deja mucho que desear.
Es más, algunos pensamos que un cierto nivel de desconfianza puede llegar incluso a ser positivo, porque moviliza a las personas a que exijan un mejor desempeño por parte de sus gobernantes e instituciones. Como menciona Pippa Norris, una de las politólogas estadounidense más reconocidas, cuando existen niveles bajos de confianza, no podemos decir que la democracia entrará en crisis, sino, más bien, que se trata de un advertencia o síntoma de un malestar democrático que debe solucionarse.
El problema es cuando la desconfianza desanima a las personas a participar, las hace repudiar cualquier cosa que tenga que ver con política o las hace ser apáticas. Por supuesto, una democracia no puede funcionar con ciudadanos y ciudadanas que repudian la política y que son completamente apáticos. Tampoco puede funcionar con personas que son ingenuas y que consideran que todo funciona perfecto, cuando esto no es así. Fortalecer la confianza requiere esfuerzos por parte de todas y todos los que integran una sociedad. Se trata de construir un equilibrio que también nos invite a las ciudadanas y ciudadanos a exigir que las instituciones funcionen mejor.
THE CURRENCY OF THE NEW ECONOMY IS TRUST
Rachel Botsman. TEDTalk. Junio de 2012. 19’31’’.
THE CURRENCY OF THE NEW ECONOMY IS TRUST
EN RESUMEN
- La confianza es la esperanza firme de que algo suceda, sea o funcione de una manera determinada o, también, que otra persona actúe de acuerdo a nuestras expectativas.
- Gabriel Almond y Sidney Verba establecieron desde la década de 1960 que la confianza es un requisito importante para la democracia.
- Una manera de medir la confianza que tienen las y los ciudadanos en las instituciones democráticas son las encuestas.
- La confianza hacia las instituciones políticas se construye a partir de qué tan bien creemos que funcionan dichas instituciones de acuerdo a nuestras expectativas.
- La confianza interpersonal se refiere a qué tanto confiamos en las demás personas.
MULTICULTURALISMO Y NO DISCRIMINACIÓN
Las sociedades modernas son diversas y plurales. Algunas lo son debido a procesos antiguos de colonización, otras por los fenómenos más recientes de migración, y algunas han experimentado ambos procesos. Ello implica que, en un mismo territorio, conviven personas con diferentes etnias, culturas, idiomas, religiones y tradiciones. En estos contextos, por supuesto, la convivencia no siempre es sencilla. Los grupos minoritarios, los “otros”, muchas veces suelen estar discriminados por la población mayoritaria en una comunidad, lo que puede traducirse en su exclusión de ciertos ámbitos de la vida política, económica, social o cultural.
Para responder a las problemáticas que se generan en las sociedades plurales, desde la década de 1970, muchas democracias empezaron a promover políticas multiculturales con la intención de reconocer, respetar y fortalecer la diversidad social. El multiculturalismo es una idea que considera a las diferentes culturas como merecedoras de respeto, y que cree que las sociedades deben responder a la diversidad generando condiciones adecuadas para la convivencia pacífica y el respeto de los derechos de las personas pertenecientes a los diversos grupos. En otras palabras, se trata de la presencia y aceptación de la diversidad de grupos existentes en una sociedad.
Will Kymlicka, un filósofo canadiense y una de las voces más importantes de las que han estudiado el multiculturalismo, apunta a que la pertenencia a un grupo minoritario afecta las posibilidades del ejercicio efectivo de los derechos de las personas. Esas afectaciones son, normalmente, desventajas frente al resto de la sociedad, por lo que los gobiernos democráticos tienen la obligación de tomar medidas necesarias para eliminar esas barreras. Por ello, es aceptable y deseable generar diferentes políticas públicas y mecanismos que permiten lograr el reconocimiento y respeto a la diversidad cultural para revertir la discriminación.
EL PODER DE LA DIVERSIDAD DENTRO DE UNO MISMO
Rebeca Hwang. TEDTalk. Abril de 2018. 9’38’’.
EL PODER DE LA DIVERSIDAD DENTRO DE UNO MISMO
La adopción de la perspectiva multiculturalista implica, en primer lugar, la aceptación de las diferentes identidades que tienen las personas pertenecientes a los diversos grupos (étnicos, religiosos, de diversidad sexual u otros). Esta aceptación requiere, a su vez, del reconocimiento del derecho de las personas pertenecientes a estos grupos de realizar sus aspiraciones individuales y colectivas, de vivir conforme a su cultura propia y de participar en la vida pública en condiciones de igualdad con los demás.
¿SABES QUÉ ES LA DISCRIMINACIÓN?
CONAPRED México. 3 de enero de 2020. 0’36’’.
¿SABES QUÉ ES LA DISCRIMINACIÓN?
Cuando las actitudes de aceptación hacia la diversidad y pluralismo no están presentes, las personas pertenecientes a los grupos minoritarios suelen ser víctimas de discriminación. La discriminación es la actitud o práctica de un trato desfavorable o de un desprecio inmerecido hacia una persona o un grupo de personas. Con frecuencia, significa negar los derechos y las oportunidades o violar la igualdad y los derechos de los demás por tener características diferentes (etnia, estatura, color de piel, rasgos, género, preferencia sexual, entre otros).
¿Cómo se presenta la discriminación? Por ejemplo, cuando, por pertenecer a un grupo o tener ciertas características se impide a una persona participar en una asociación o partido político, se niegue a alguien la atención médica, se establezcan diferencias en los salarios o condiciones laborales, se niegue un empleo o prestación de un servicio.
Como puedes ver, los efectos de la discriminación en la vida de las personas afectadas pueden ser muy graves, al impedirles el ejercicio de derechos, desarrollo libre de su personalidad y realización de su plan de vida. Todo ello puede llevar a que sufran aislamiento, violencia o consecuencias psicológicas y que, incluso, pierdan la vida.
En la vida cotidiana, la discriminación implica con frecuencia un trato desdeñoso o irrespetuoso. Discriminamos cuando hacemos comentarios hirientes basados en las características étnicas o físicas de las personas, cuando despreciamos a alguien por una enfermedad, por ser pobre, por pertenecer a la comunidad sexodiversa, o simplemente por ser diferente. Discriminamos cuando olvidamos que, detrás de las aparentes diferencias, está una persona como cualquiera de nosotras, una persona que trata de vivir la vida en paz, que busca amor, amistad y felicidad. Como podemos ver, se trata de un fenómeno complejo que refleja de manera subjetiva las representaciones sociales, estereotipos, tradiciones y estigmas que tenemos de diferentes grupos.
¿CÓMO IDENTIFICAMOS CUANDO SOMOS RACISTAS?
Gabriela Iturralde. CONAPRED. 22 de marzo de 2019. 1’06’’.
¿CÓMO IDENTIFICAMOS CUANDO SOMOS RACISTAS?
SABÍAS QUE…
La Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación define la discriminación como cualquier “distinción, exclusión, restricción o preferencia que, por acción u omisión, con intención o sin ella, no sea objetiva, racional ni proporcional y tenga por objeto o resultado obstaculizar, restringir, impedir, menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos y libertades, cuando se base en uno o más de los siguientes motivos: el origen étnico o nacional, el color de piel, la cultura, el sexo, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, económica, de salud o jurídica, la religión, la apariencia física, las características genéticas, la situación migratoria, el embarazo, la lengua, las opiniones, las preferencias sexuales, la identidad o filiación política, el estado civil, la situación familiar, las responsabilidades familiares, el idioma, los antecedentes penales o cualquier otro motivo”.
Asimismo, señala que “se entenderá como discriminación la homofobia, misoginia, cualquier manifestación de xenofobia, segregación racial, antisemitismo, así como la discriminación racial y otras formas conexas de intolerancia”.
Por eso se suele decir que “el roce hace el cariño” y que el encuentro y reconocimiento del otro comienza cuando se conoce, se convive y se acepta la diferencia y la dignidad de las personas. Una película que ayuda a conocer más sobre cómo eliminar la discriminación es Green Book. Ahí encontrarás una manera interesante de entender el modo en que el conocimiento, la convivencia mutua y la aceptación del otro es básico para poder eliminar la discriminación.
EL VIDEO DANÉS QUE NOS RECUERDA LO FÁCIL QUE ES ENCASILLAR A LAS PERSONAS
Verne. 2 de febrero de 2017. 3’01’’.
EL VÍDEO DANÉS QUE NOS RECUERDA LO FÁCIL QUE ES ENCASILLAR A LAS PERSONAS
A este fenómeno, en el cual las personas tienen a la vez diferentes características o se encuentran en diferentes situaciones que las exponen a la discriminación, la llamamos interseccionalidad (o discriminación múltiple). Este término tan sugerente lo acuñó en 1989 la profesora estadounidense Kimberlé Williams Crenshaw para describir al fenómeno por el cual cada individuo sufre opresión u ostenta privilegio con base en su pertenencia a múltiples categorías sociales. Por ejemplo, una persona indígena que es mujer y que tiene alguna discapacidad está expuesta a discriminación por su etnia, género y discapacidad, situación que genera para ella nuevos tipos de afectación, que son distintos de aquellos padecidos por otras mujeres, indígenas o personas blancas con discapacidad.
THE URGENCY OF INTERSECTIONALITY
Kimberlé Williams Crenshaw. TEDTalk. 2016. 18’42’’.
THE URGENCY OF INTERSECTIONALITY
SABÍAS QUE…
Bajo la idea de hacer más justas y efectivamente multiculturales las sociedades, se han desarrollado mecanismos de acción afirmativa como políticas de los gobiernos para igualar a los diversos grupos que integran una sociedad. Un ejemplo es la medida que se adoptó en los Estados Unidos en la década de 1960 con el objetivo de incrementar el número de personas afroamericanas que lograban acceso a la educación superior en las universidades con puntos adicionales en los exámenes de admisión.
IMMIGRANT VOICES MAKE DEMOCRACY STRONGER
Sayu Bhojwani. TEDTalk. Septiembre 2016. 12’35’’.
IMMIGRANT VOICES MAKE DEMOCRACY STRONGER
Una sociedad multicultural es aquella que privilegia la existencia de varias culturas que conviven en un mismo espacio físico, geográfico o social. Abarca todas las diferencias que se enmarcan dentro de la cultura: la religiosa, lingüística, racial, étnica o de género. Supone la coexistencia entre esas culturas en un mismo espacio pero no implica necesariamente que exista una influencia o intercambio importante entre ellas. Eso quiere decir que la multiculturalidad puede verse en la formación de comunidades aisladas dentro de una sociedad como, por ejemplo, los barrios italianos, chinos o palestinos que existen en algunas megalópolis, sin, o con muy poco contacto con la comunidad local.
Otro ejemplo del respeto a la pluralidad de la sociedad es el reconocimiento al derecho de autonomía y autogobierno que tienen los pueblos y comunidades indígenas. Este reconocimiento implica que las comunidades indígenas que así lo deseen, pueden mantener sus autoridades y tomar decisiones públicas a través de los mecanismos tradicionales. Precisamente este tipo de reconocimiento y de políticas públicas fortalecen a las sociedades multiculturales.
SABÍAS QUE…
En Oaxaca los pueblos y comunidades indígenas pueden decidir la manera en que eligen a sus autoridades. Eso significa que tienen el derecho de autonomía y autogobierno a nivel municipal y esa forma de organización política se denomina como “usos y costumbres”. En la actualidad, de los 517 municipios oaxaqueños, unos 418 se rigen por el sistema de “usos y costumbres”.
El reconocimiento de los derechos del grupo y el trato diferenciado hacia sus integrantes se convierten en un mecanismo que permite llegar a construir una sociedad verdaderamente incluyente. Y una sociedad más incluyente, que acepta y respeta la diversidad, es una sociedad más cohesionada.
EN RESUMEN
- El multiculturalismo es una doctrina que busca combatir la discriminación y la desigualdad y que pretende generar inclusión e igualdad en la sociedad. Como doctrina cuestiona que una sola cultura esté por encima de las demás.
- Cuanto más multicultural e incluyente es una sociedad, resulta más cohesionada.
- La multiculturalidad se caracteriza por promover el respeto y la tolerancia por las diferencias, desterrar prejuicios y estereotipos asociados, generar una convivencia armoniosa y crear intercambios entre los diferentes grupos.
SOLIDARIDAD
¿Alguna vez has ayudado o has tenido el deseo de ayudar a alguien sin recibir algo a cambio? ¿Has apoyado a alguna amiga o amigo por el solo gusto de hacerlo? La solidaridad es un sentimiento o actitud de las personas para ayudarse y apoyarse unas a otras. Se basa en la unidad de una sociedad por medio de metas e intereses comunes. Por tanto, se trata de una ayuda desinteresada motivada por la búsqueda de algo más grande que se considera bueno o aceptable para toda la ciudadanía.
Durkheim profundizó mucho en este término y le añadió un carácter social al establecer que ésta se encuentra en la conciencia colectiva de todas las sociedades, esto quiere decir, que éstas se encuentran programadas para ser solidarias porque es parte de su naturaleza. Los grupos sociales necesitan de la solidaridad para desarrollar diversas actividades, por tanto, es un elemento que funciona como cohesionador y permite el adecuado funcionamiento de las sociedades.
SABÍAS QUE…
Para Durkheim ¿existen dos tipos de solidaridad? Efectivamente, se trata de la solidaridad mecánica y de la solidaridad orgánica. La solidaridad mecánica ocurre en países poco desarrollados o en las sociedades primitivas donde los vínculos de cooperación se establecen para cumplir tareas que no requieren capacidades especiales. La solidaridad orgánica es más compleja porque se basa en la especialización, la capacidad o la habilidad única de cada individuo y los vínculos de cooperación se producen tomando como referencia los conocimientos que cada persona, en tanto única, puede aportar para cumplir las necesidades del otro y construir una sociedad más cohesionada.
La solidaridad también puede ser vista como un valor que nos obliga a pensar en los demás más allá de nuestros intereses o necesidades particulares. Es algo que nos invita a construir redes de cooperación. Cuando un grupo de personas colaboran para alcanzar una meta en común se pueden lograr cosas que una única persona no podría conseguir, es por ello que la solidaridad implica unión y puede llegar a tener efectos positivos muy poderosos.
La solidaridad no significa únicamente dar dinero a los que más lo necesitan. También se trata de contribuir con conocimiento, tiempo y trabajo. Las posibilidades para ser personas solidarias son infinitas. Nuestro país es reconocido en el mundo como un país solidario. Cuando se han presentado situaciones adversas como desastres naturales, la mayoría de las personas mexicanas colaboramos y nos unimos para hacer frente a la adversidad. ¿Te imaginas que todas las personas actuáramos así todos los días?
La solidaridad es necesaria para construir sociedades más cohesionadas. Todas las personas necesitamos de otras para el desarrollo de nuestras actividades, ¿te imaginas cómo sería una sociedad que tuviera como base la colaboración y el apoyo? Sin duda, sería una mejor sociedad, ¿cierto?
AYUDAR NOS HACE MÁS FELICES, PERO IMPORTA CÓMO LO HACEMOS
Elizabeth Dunn. TEDTalk. Abril de 2019. 14’28’’.
AYUDAR NOS HACE MÁS FELICES, PERO IMPORTA CÓMO LO HACEMOS
EN RESUMEN
- La solidaridad es uno de los cimientos de las sociedades cohesionadas. Cuanto más solidaridad, mayor cohesión social.
- La solidaridad no implica únicamente dar dinero a los que más lo necesitan. También se trata de contribuir con conocimiento, tiempo y trabajo.
PARTICIPACIÓN SOCIAL Y COMUNITARIA
La participación se refiere a cualquier modo en el cual las personas se involucran en la vida pública para modificar su entorno. El hecho de que cada uno de nosotros hagamos diversas actividades vinculadas a lo que le ocurre a nuestra comunidad refleja la existencia de valores, motivaciones e intereses compartidos. Cuando esas actividades que desarrollan las personas lo hacen en un nivel más cercano, es decir, en su comunidad, y están orientadas a influir en las decisiones que ésta toma, nos estamos refiriendo a la participación social y comunitaria.
La participación social y comunitaria permite reactivar los vínculos entre las personas y fomenta los sentimientos de reciprocidad y confianza, contribuyendo directamente al fortalecimiento de la cohesión social. Al colaborar con otras personas nos damos cuenta de que compartimos ciertos valores, intereses y objetivos. Al utilizar los mecanismos institucionales o acercarse a las dependencias del gobierno conocemos su trabajo, conocemos a las personas que lo desarrollan, lo que nos hace sentir una mayor cercanía y comprensión del funcionamiento de las instituciones. Todo ello contribuye a que nuestra sociedad sea más cohesionada, que sintamos mayor solidaridad y cercanía con los demás.
LA PARTICIPACIÓN SOCIAL
Aula Mayor. 27 de abril de 2018. 2’37’’.
LA PARTICIPACIÓN SOCIAL
EN RESUMEN
- La participación se refiere a cualquier modo en el cual las personas se involucran en la vida pública para modificar su entorno.
- La participación social y comunitaria resulta clave para mantener los vínculos entre las personas y fomentar los sentimientos de reciprocidad y confianza.
- Una mayor participación social y comunitaria contribuye al fortalecimiento de la cohesión social.
INTERÉS POR LA POLÍTICA
La palabra interés viene del latín interesse que significa “importar”. Decimos que estamos interesados en algo, cuando ese algo nos importa. También podemos entender al interés como la dedicación, motivación o esfuerzo que una persona pone en una actividad. Seguramente muchas veces has pensado que la política es aburrida o muy complicada, o bien, que es ajena a tu vida. Pero, no te sientas mal, te tengo noticias: la mayor parte de las personas piensan eso.
Probablemente conozcas personas que discuten de política en las reuniones familiares, que leen el periódico todos los días y que están al tanto de las decisiones políticas que se toman todos los días. Seguramente se te viene a la mente alguna persona tan interesada en la política, que cuando discute de estos temas, lo hace con una pasión notable y ¡hasta se pelea con quien piensa diferente! Es más, tal vez conozcas a personas que están en el lado contrario: están tan desilusionadas de las instituciones, de las personas que gobiernan y de la política en general, que muestran mucha impotencia y cinismo, por lo tanto, no desean enterarse de nada que tenga que ver con estos temas. A esto se le llama desafección política y está relacionado con el desencanto y cinismo, por lo tanto, no desean enterarse de nada que tenga que ver con estos temas. A esto se le llama desafección política y está relacionado con el desencanto y la desilusión.
¿Qué es lo que hace que una persona esté más interesada en política que otra? El interés en la política puede venir de diversas fuentes: tal vez creciste en una familia en la que todo el tiempo se discutía sobre política en la mesa o, simplemente, te parece fascinante estar al tanto de estos asuntos y te la pasas todo el tiempo atento a las noticias y a lo que ocurre en tu ciudad o en tu país. Quizá estés en el extremo contrario y la política es lo último que te interesa porque te parece aburrida, porque no crees que sea importante o porque simplemente piensas que los que se dedican a la política tienen intereses personales y sólo quieren hacer negocios.
Cualquiera que sea tu caso, es importante que sepas que el interés en la política es uno de los factores que ayudan a construir sociedades más cohesionadas. Sin embargo, te sorprenderías al saber que éste es muy bajo en todas las sociedades del mundo. No importa si estamos hablando de países desarrollados o no desarrollados, a las personas de todo el mundo parece interesarles poco la política. De hecho, una realidad es que las y los jóvenes muestran poco interés en los asuntos públicos, tienen bajos niveles de confianza y eso muchas veces los vuelve apáticos. ¿Por qué pasa esto? Puede pasar, al menos, por dos razones:
- La primera razón tiene que ver con que las personas que ejercen la política toman decisiones que afectan directamente a las personas de un país. Estas decisiones siempre favorecen o perjudican a algún grupo social determinado. Es difícil que se tomen decisiones que le gusten a todos y todas, ¿cierto? Es probable que las personas que no están de acuerdo con las decisiones consideren que la política no funciona bien y, con ello, se produzca el desinterés.
- La segunda razón es porque la política, en sí misma, puede parecer complicada y aparentemente no tiene mucho que ver con la vida cotidiana de las personas. Imagínate: si tienes problemas en la escuela o estás pensando en cómo resolver alguna situación personal que te preocupa, ¿crees que tengas tiempo para interesarte por la política? Además, resulta difícil interesarte en algo que percibes como ajeno a tu vida. Pero ¡ojo! la política afecta tu vida más de lo que crees.
Así que es muy importante que estemos enterados de lo que pasa en nuestra comunidad y de las decisiones que se toman en el ámbito político. La política te puede afectar de diversas maneras: en tu salud, porque el Estado establece los programas de salud pública; en los ingresos de tu familia, porque las decisiones que se toman en materia económica afectan los salarios y los impuestos; y, así, podemos seguir con una larga lista. Las decisiones políticas afectan muchos de los ámbitos de tu vida: el transporte, la educación que recibes, que tengas luz y que alguien recoja los residuos todos los días, la alimentación, el precio de las cosas que consumes, y un montón de cosas que ni te imaginas.
Lo que pasa es que muchas veces resulta difícil hacer la conexión directa entre esas decisiones de política pública que toman los gobiernos y nuestra vida cotidiana. Pero, no te preocupes, esto les pasa a muchas personas. Es importante que sepas que es muy importante estar enterados de lo que pasa en el ámbito político. Entonces, si esto es así, ¿vamos a dejar que se tomen las decisiones sin saber qué pasa? Nuestra tarea, como ciudadanos y ciudadanas que somos es estar enteradas de lo que pasa para poder exigir a nuestros gobernantes que tengan un mejor desempeño. Recuerda que la ciudadanía tiene la palabra.
HOW TO USE FAMILY DINNER TO TEACH POLITICS
Hajer Sharief. TEDTalk. Julio de 2019. 11’22’’.
HOW TO USE FAMILY DINNER TO TEACH POLITICS.
EN RESUMEN
- La política por complicada y distante que parezca afecta nuestra vida cotidiana.
- Cuanto mayor es el interés en la política de los miembros de una comunidad, mayores posibilidades de cohesión social.
VALORACIÓN DE LA DEMOCRACIA
La cohesión social se refiere tanto a la eficacia de los mecanismos institucionales de inclusión social como a los comportamientos y valoraciones de las personas que forman parte de una comunidad. En ese sentido, la valoración que tengamos sobre la democracia también va a importar en el nivel de cohesión social. En el Módulo 1 del #FaroDemocrático, que dedicamos a la democracia, hemos hablado de los valores que este sistema político pretende realizar: la libertad, la igualdad y la autorrealización. Hemos discutido también los valores y actitudes que son necesarios para que una democracia funcione y sobreviva: el respeto de las reglas, la confianza en las instituciones, el capital social o, en general, una cultura democrática.
Los valores democráticos contribuyen a la generación de una mayor cohesión social. Las personas demócratas reconocen y respetan los derechos de los demás, aceptan la diversidad y pluralidad de opiniones y actitudes, se involucran en la vida de sus comunidades y aceptan las reglas bajo las cuales opera la sociedad. Todo ello, como hemos visto, permite que las sociedades sean más unidas, al compartir los mismos valores fundamentales para una convivencia pacífica y armoniosa. Las personas que tienen valores democráticos también valoran la democracia, es decir, la prefieren por encima de otros posibles sistemas políticos. Esta apreciación es clave para la cohesión social, porque refleja las actitudes y preferencias que favorecen la construcción de una sociedad abierta, plural e incluyente.
Las opiniones de la ciudadanía acerca de lo que ocurre en el sistema son importantes para todo sistema político. Como señaló Crawford Brough Machperson en su obra La democracia liberal y su época de 1977 “…lo que la gente cree acerca de un sistema político no es algo ajeno a éste, sino que forma parte de él…“. Al igual que los demás elementos de la cohesión social, la valoración de la democracia también se puede medir mediante encuestas. Normalmente, se evalúa la valoración del sistema democrático por medio de preguntas que miden el apoyo (cuando se le pregunta a las personas si prefieren la democracia a cualquier otra forma de gobierno),
la evaluación (con preguntas que miden los problemas percibidos que tiene la democracia: si tiene problemas, si es plena o si no es una democracia), y la satisfacción (preguntando a las personas si están muy satisfechas, poco satisfechas o nada satisfechas con la democracia en su país).
Gracias a estos instrumentos de medición podemos saber cómo califican las personas a sus democracias. ¡Y no lo vas a creer! En 2018, el 28 por ciento de las personas en América Latina se declararon indiferentes al tipo de régimen político, es decir, les daba igual vivir en una democracia o en un autoritarismo ¿Cómo te va a dar igual vivir en un sistema democrático que en una dictadura? Esto es preocupante porque refleja el desencanto de la gente con la política. Estos resultados nos indican que las personas están abandonando una visión colectiva para refugiarse en el individualismo, alejándose de la política en general, de la democracia y de sus instituciones. Y esto es muy alarmante porque la democracia es, fundamentalmente, un sistema donde se respeta la vida y los derechos. El resto de sistemas políticos no lo hacen.
VALORACIÓN DE LA DEMOCRACIA
La cohesión social se refiere tanto a la eficacia de los mecanismos institucionales de inclusión social como a los comportamientos y valoraciones de las personas que forman parte de una comunidad. En ese sentido, la valoración que tengamos sobre la democracia también va a importar en el nivel de cohesión social. En el Módulo 1 del #FaroDemocrático, que dedicamos a la democracia, hemos hablado de los valores que este sistema político pretende realizar: la libertad, la igualdad y la autorrealización. Hemos discutido también los valores y actitudes que son necesarios para que una democracia funcione y sobreviva: el respeto de las reglas, la confianza en las instituciones, el capital social o, en general, una cultura democrática.
Los valores democráticos contribuyen a la generación de una mayor cohesión social. Las personas demócratas reconocen y respetan los derechos de los demás, aceptan la diversidad y pluralidad de opiniones y actitudes, se involucran en la vida de sus comunidades y aceptan las reglas bajo las cuales opera la sociedad. Todo ello, como hemos visto, permite que las sociedades sean más unidas, al compartir los mismos valores fundamentales para una convivencia pacífica y armoniosa. Las personas que tienen valores democráticos también valoran la democracia, es decir, la prefieren por encima de otros posibles sistemas políticos. Esta apreciación es clave para la cohesión social, porque refleja las actitudes y preferencias que favorecen la construcción de una sociedad abierta, plural e incluyente.
Las opiniones de la ciudadanía acerca de lo que ocurre en el sistema son importantes para todo sistema político. Como señaló Crawford Brough Machperson en su obra La democracia liberal y su época de 1977 “…lo que la gente cree acerca de un sistema político no es algo ajeno a éste, sino que forma parte de él…“. Al igual que los demás elementos de la cohesión social, la valoración de la democracia también se puede medir mediante encuestas. Normalmente, se evalúa la valoración del sistema democrático por medio de preguntas que miden el apoyo (cuando se le pregunta a las personas si prefieren la democracia a cualquier otra forma de gobierno), la evaluación (con preguntas que miden los problemas percibidos que tiene la democracia: si tiene problemas, si es plena o si no es una democracia), y la satisfacción (preguntando a las personas si están muy satisfechas, poco satisfechas o nada satisfechas con la democracia en su país).
Gracias a estos instrumentos de medición podemos saber cómo califican las personas a sus democracias. ¡Y no lo vas a creer! En 2018, el 28 por ciento de las personas en América Latina se declararon indiferentes al tipo de régimen político, es decir, les daba igual vivir en una democracia o en un autoritarismo ¿Cómo te va a dar igual vivir en un sistema democrático que en una dictadura? Esto es preocupante porque refleja el desencanto de la gente con la política. Estos resultados nos indican que las personas están abandonando una visión colectiva para refugiarse en el individualismo, alejándose de la política en general, de la democracia y de sus instituciones. Y esto es muy alarmante porque la democracia es, fundamentalmente, un sistema donde se respeta la vida y los derechos. El resto de sistemas políticos no lo hacen.
Las razones de ese desencanto pueden estar en los magros resultados de los gobiernos y sus gobernantes, más que en el funcionamiento de la democracia. En 2018, el 71 por ciento de las personas en América Latina estaban insatisfechas con la democracia en sus países. Estos resultados se pueden explicar porque no todas las instituciones democráticas funcionan adecuadamente y las crisis económicas, políticas y sociales son una realidad en la región. Sin embargo, la democracia en sí misma, no es el problema. La democracia es algo valioso por lo que debemos luchar. Como vimos en el Módulo 1 del #FaroDemocrático la democracia garantiza derechos, favorece la participación y la inclusión social, entre muchas otras cosas.
¿POR QUÉ IMPORTA LA DEMOCRACIA?
Rory Stewart. s/f. TEDTalk. 13’41’’.
¿POR QUÉ IMPORTA LA DEMOCRACIA?
EN RESUMEN
- Los niveles de cohesión social necesitan de valores, comportamientos y actitudes democráticos que favorezcan el colectivismo: colaboración, cooperación, reciprocidad y confianza, entre otras. Por eso, la valoración de la democracia funciona como un elemento importante para la cohesión social.
- Los valores democráticos contribuyen a una mayor cohesión social y, también, cuanto mayor sea la valoración de la democracia, también será mayor la cohesión social.