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La convivencia pacífica y la cultura de la paz en México

CONVIVENCIA PACÍFICA Y CULTURA DE LA PAZ

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LA CONVIVENCIA PACÍFICA Y LA CULTURA DE LA PAZ EN MÉXICO

¿MÉXICO ES UN PAÍS PACÍFICO?

Con frecuencia escuchamos -en los medios, en las conversaciones entre nuestras personas cercanas, en las declaraciones de las personas políticas- que México es un país violento. Todos los días vemos en los medios de comunicación noticias sobre homicidios, corrupción, secuestros, robos a mano armada o actos de crimen organizado. Seguramente también ustedes o sus familiares, amigos o vecinos se han enfrentado a algunas de estas expresiones de violencia. 

Pero también puede ser frecuente que nuestra vida, y la vida de nuestras comunidades, transcurra en paz y tranquilidad. ¿Cómo es entonces la situación de nuestro país? ¿Cómo entender los fenómenos de violencia y de paz desde la experiencia propia y en un contexto más amplio? Como suele suceder, ambas situaciones son reales y pueden convivir en un mismo país, en un mismo estado, ciudad o, incluso, colonia. En nuestra sociedad hay personas, grupos y comunidades que están expuestas a altos índices de violencia y también hay otros quienes viven su cotidianeidad en paz y tranquilidad. Por ejemplo, quienes viven en Baja California o en Zacatecas, experimentan en estos tiempos un ambiente crispado, altamente peligroso, lleno de actos cotidianos de violencia, en contraste con quienes viven en Yucatán o en Tlaxcala. ¿De qué depende el nivel de violencia que experimentan las personas?

CASO  PARA PENSAR…

Los niveles de violencia en México

En este mapa puedes observar cómo son los niveles de violencia en las entidades federativas de México. En el tono más oscuro se marcan los estados menos pacíficos -aquellos en los que la presencia de homicidios, delitos cometidos con el uso de la violencia y armas de fuego, así como los delitos cometidos por el crimen organizado son más frecuentes-. En cambio, con el tono más claro se destacan las entidades más pacíficas. 

Como puedes identificar, hay diferencias importantes entre las entidades federativas en cuanto a los niveles de violencia que se presentan. Reflexiona: ¿Cómo es la situación en tu entidad? ¿A qué obedece? ¿Por qué crees que se dan estas diferencias? 

Fuente: elaboración propia con base en los datos del Índice de Paz México 2022.

Uno de los factores centrales para explicar los niveles de violencia presentes en algunas entidades federativas es la presencia del crimen organizado. Por ejemplo, en el caso de Zacatecas, los niveles drásticos de violencia que vive la entidad tienen que ver con su ubicación central en las rutas del narcotráfico, que ha desatado las disputas por el control de dichas rutas. En el caso de Baja California, los altos niveles de violencia resultan también de las disputas por el control del territorio y de la venta de drogas en este, ocurrido en esta entidad a partir de los cambios y reajustes en la estructura de las organizaciones del crimen organizado. 

Otro de los factores asociados con este fenómeno es la corrupción y la impunidad, pues su existencia impide que el Estado cumpla con sus funciones de proteger la vida, las propiedades y los derechos de la ciudadanía. Recuerda que todo Estado debe tener capacidad para garantizar el monopolio exclusivo y legítimo de la fuerza en un territorio. La ausencia de esas capacidades dificulta o impide la convivencia entre las personas que habitan esos lugares y las expone a diversas violencias y limitaciones al ejercicio de sus derechos.

En cambio, la ausencia de la violencia y la persistencia de la paz están asociados con un buen desempeño del gobierno, capaz de cumplir con sus promesas y sus tareas básicas de manera eficiente y eficaz. Las instituciones estatales eficaces, con capacidad de actuar, con recursos necesarios para el desempeño de sus funciones, resultan fundamentales para asegurar la libertad, el ejercicio de los derechos y la seguridad de todas las personas.

EN RESUMEN

  • México es un país que enfrenta importantes retos relativos al establecimiento y mantenimiento de la paz. 
  • Las regiones y entidades federativas de México están afectadas por distintos niveles de violencia, fundamentalmente aquella asociada con la actuación del crimen organizado y la debilidad de las estructuras estatales a cargo del mantenimiento del orden y la impartición de justicia.

¿CUÁLES SON LOS DESAFÍOS PARA MANTENER LA PAZ EN MÉXICO?

La construcción de la paz -entendida no sólo como ausencia de violencia, sino como una situación que permite a las personas ejercer plenamente sus derechos y libertades-, no es una tarea sencilla para los gobiernos ni para las sociedades. Por supuesto, la paz que se busca construir implica la erradicación de la violencia, pero no acaba ahí. En este sentido, los desafíos que enfrenta la sociedad mexicana para generar condiciones necesarias para que podamos vivir en paz son enormes. 

El primer desafío es, sin duda, la erradicación de la violencia. Esta violencia que se ha convertido en algo cotidiano, que todas y todos vivimos y/o observamos cotidianamente. Claudio Lomnitz dice, incluso, que en México se ha roto el tejido social: “la violencia hoy cotidiana en México profana los valores morales más arraigados: el secuestro mancilla el valor de la libertad; la violación, el de la integridad de la persona; el asesinato violenta el derecho de existir, y el desmembramiento de los cadáveres le roba la dignidad a todo indefenso. De hecho, la desaparición de una persona niega incluso el duelo de quienes compartieron el mundo con ella. Todas estas formas de violencia son moneda común en el México actual, y no tenemos siquiera una narrativa o épica en que se puedan reconocer, lamentar e ir sanando estos ultrajes” (Lomnitz, 2021). 

La metáfora del tejido roto evidencia, no solo refleja, la interdependencia de todas y todos los que vivimos en una comunidad, sino también la fragilidad o la debilidad de estas relaciones que, expuestas a la violencia, se rompen fácilmente. Cuando el tejido social se rompe, significa que no podemos confiar en las personas que conforman nuestra comunidad, que las relaciones que deberían unirnos y permitir una vida armoniosa, han desaparecido. Esto implica que se ha roto el pacto social que habíamos adoptado, acordando respetar los derechos, las libertades y la seguridad. 

SABÍAS QUE…

¿El tejido social?

Es común ilustrar las relaciones sociales -de interdependencia, necesidad, confianza, apoyo y solidaridad- con el ejemplo de un tejido. Una tela existe gracias a los hilos que la forman y que le pueden dar fuerza; de la misma manera las relaciones entre las personas e instituciones forman la sociedad. Se trata, entonces, de los vínculos sociales e institucionales que forman nuestra sociedad y permiten una convivencia pacífica y cohesión.

Para entender mejor el concepto del tejido social y cómo la violencia cotidiana y omnipresente lo debilita hasta rasgarlo, puedes consultar las siguientes fuentes: 

El reparar o sanar el tejido social roto requiere de procesos complejos, que involucran tanto a las personas como a las comunidades y a las instituciones. Se necesita restablecer los valores comunes para todas y todos, la confianza ciudadana, las relaciones entre las personas, grupos e instituciones, lograr la efectividad gubernamental y, por supuesto, eliminar la violencia de nuestra vida cotidiana. Todo ello es necesario para lograr la cohesión social, como lo hemos visto en el Módulo 3 y, con ella, la paz. 

Los factores que dificultan el mantenimiento de la paz en nuestro país son diversos y tienen que ver con distintos fenómenos y retos que enfrenta el Estado y la sociedad mexicanas. En primer lugar, sabemos que uno de los desafíos más importantes tiene que ver con la presencia del crimen organizado en amplias partes de nuestro territorio.

La presencia del crimen organizado no solamente se ha intensificado y extendido en algunas regiones de nuestro país (especialmente en aquellas entidades que están en las rutas de tráfico de drogas), sino que también las organizaciones criminales se han fragmentado, llevando al surgimiento de nuevas organizaciones, más pequeñas, pero que no responden ante las jerarquías previamente establecidas. Además, se observa una diversificación de la actividad criminal que hace tiempo ha dejado de centrarse en la producción y tráfico de los estupefacientes, sino que abarca la trata de personas, extorsión, secuestro y cobro de derecho de piso o narcomenudeo. Todo esto, a la par con la intensificación de la capacidad de juego de los grupos criminales, implica nuevos e importantes retos para las autoridades.

SABÍAS QUE…

Plan de la paz y seguridad

El Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018-2024, propuesto en 2018 por el entonces presidente electo Andrés Manuel López Obrador, delimita la estrategia de su gobierno para hacer frente a los problemas de violencia e inseguridad en México. Escucha la opinión de un experto, el Dr. Sergio García Ramírez sobre las propuestas, alcances y la viabilidad del Plan. 

Dr. Sergio García Ramírez, Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas, de la Universidad Nacional Autónoma de México, 8 de febrero de 2019, 3’49.

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En segundo lugar, está el desafío de la efectividad del Estado y la corrupción e impunidad como fenómenos que obstaculizan las capacidades institucionales de garantizar los derechos de las personas y enfrentar a quienes rompan las reglas de convivencia, en particular cuando recurren a la violencia. Esto requiere del fortalecimiento de las instituciones, a través del diseño legal, la destinación de recursos suficientes, la capacitación del funcionariado y la constante supervisión por parte de la sociedad civil. Zygmun Bauman dijo que “las personas tienden a vivir en paz y a abstenerse de emplear la violencia cuando pueden dirigir sus quejas y sus rencillas a un poder en cuya incorruptibilidad e imparcialidad pueden confiar” (Bauman, 2010: 156), ilustrando precisamente la necesidad de una institucionalidad fuerte para una convivencia pacífica. 

En tercer lugar, observamos el gran reto de las desigualdades y de la pobreza. Si bien vivir en la sociedad no significa tener siempre lo mismo y lograr una igualdad absoluta, cierto grado de igualdad es indispensable para el ejercicio efectivo de derechos, el funcionamiento de la democracia y a la cohesión social (hablamos de todo ello en los primeros tres módulos del Faro). México sigue siendo un país profundamente desigual y con altos niveles de pobreza, lo que dificulta la construcción de la paz, en especial aquella entendida como las condiciones de bienestar, justicia y solidaridad.

EN RESUMEN

  • El tejido social se compone de los vínculos sociales e institucionales que forman nuestra sociedad y permiten una convivencia pacífica y cohesión.
  • La reparación del tejido social es una tarea compleja que requiere la colaboración y compromiso con los valores democráticos por parte de las personas, las comunidades y las instituciones. 
  • México enfrenta retos importantes en la construcción de la paz y en la reconstrucción del tejido social.

¿QUÉ PODEMOS HACER PARA FORTALECER LA CULTURA DE LA PAZ EN MÉXICO Y EN EL MUNDO?

En este módulo hemos reflexionado acerca del significado de la paz y de los retos de su construcción en el mundo actual. Hemos visto muchos ejemplos positivos y, quizá, aún más de aquellos negativos, que nos hacen cuestionar sobre la posibilidad de una vida equilibrada, pacífica y satisfactoria para todas las personas. Pareciera que, a veces, el pesimismo nos gana, que llegamos a observar más fenómenos y situaciones preocupantes y muchas menos señales para mantener el optimismo. 

Pero… todo depende. Si miramos la situación desde las expectativas que tenemos, de vivir por fin en una sociedad de bienestar, respeto a los derechos y de paz, la distancia entre lo que vemos y nuestra expectativa es tan grande que sentimos que resolver todos los problemas que enfrenta la humanidad no será posible nunca. Sin embargo, si lo miramos desde una perspectiva histórica, es decir, si comparamos la situación actual con la vida que han llevado las miles de generaciones que nos han precedido, vamos a encontrar muchas razones para el optimismo. 

La evolución de la civilización humana es un proceso inacabado y lleno de retos, pero también es un proceso que ha logrado avances enormes para mejorar la calidad de vida y las posibilidades de desarrollo para todas y todos. Si comparamos nuestra situación con lo que ocurría hace tan solo 200 años, podemos ver que en la actualidad hay menos personas que viven en pobreza extrema, menos bebés mueren al nacer, hemos logrado reducir los índices de analfabetismo, elevar el acceso a la educación y a la vacunación, y más personas que nunca antes habían vivido en democracias. Estas tendencias deben hacernos pensar con más optimismo sobre nuestro futuro colectivo y sobre las posibilidades de lograr la paz en el mundo y en nuestro país. 

La construcción de la Cultura de la Paz es una tarea compartida: nos toca a todas las personas en lo individual, a las comunidades, a toda la sociedad, a las instituciones estatales. Cada una y cada uno tenemos una parte de la responsabilidad en la creación y mantenimiento de las relaciones sociales con otras personas, que siempre deben ser de respeto, empatía y solidaridad. El tejido social del que hablamos en el apartado anterior, requiere de todo eso y de la confianza que debemos tener entre todas y todos, que se construye a través del respeto a las reglas y normas de convivencia común.

SABÍAS QUE…

Un mundo mejor

La revisión de la historia de la humanidad, sostenida en los datos, nos invita a sostener una evaluación más optimista sobre nuestro presente y futuro.

Steven Pinker, Is the world getting better or worse? A look at the numbers, TEDTalks, 2018, 18’23.

Imagen adaptada de: OurWorldinData.org

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Así que, si queremos contribuir a la construcción de la Cultura de la Paz, debemos ser simplemente buenas ciudadanas y buenos ciudadanos. Aplica aquí, claro está, todo lo que hemos platicado a lo largo de todos los contenidos del Faro: en el primer módulo sobre la democracia, en el segundo sobre la ciudadanía, el tercero sobre la cohesión social, el cuarto sobre los derechos humanos y el quinto sobre el Estado de derecho. Ahora puedes ver cómo todo está relacionado y cómo se necesita de las instituciones efectivas, respetuosas de las leyes y de los derechos humanos, de una sociedad cohesionada y solidaria, y de las personas -ciudadanas y ciudadanos- comprometidos con los valores democráticos, respetuosos de los derechos y libertades de las y los demás y de las leyes, empáticos y solidarios.

¿Cómo se logra una sociedad así? ¿Cómo se construyen las instituciones con estas capacidades y compromisos? Sobre la parte institucional hemos hablado extensamente a lo largo de cada uno de los Módulos desarrollados en Faro Democrático y también hemos revisado las ideas y buenas prácticas relativas al fortalecimiento de la ciudadanía y su participación, a las garantías del ejercicio efectivo de los derechos y a la profundización de la cohesión social. ¿Recuerdas cuál fue el elemento que aparecía de manera reiterada en todos estos temas?

SABÍAS QUE…

Cultura de la Paz en Niñas, Niños y Adolescentes

Dr. Óscar Ortiz Salcedo, Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas, de la Universidad Nacional Autónoma de México, 8 de febrero de 2019, 9:16’ y 12:16’.

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Dr. Óscar Ortiz Salcedo, Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas, de la Universidad Nacional Autónoma de México, 8 de febrero de 2019, 9:16’ y 12:16’.

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¡La educación! Así es, la clave para la construcción de una sociedad mejor y un mundo mejor está, en gran medida, en la educación y formación. Pensamos aquí, en parte, en la educación formal que recibes en la escuela y que te permite aprender a leer y escribir, te da bases de matemáticas y ciencias naturales que te permiten entender un poco sobre cómo funciona el mundo en el que vivimos y las leyes de la naturaleza, y de las humanidades y ciencias sociales, que te permiten entender algo de cómo funciona el mundo social en el que estamos sumergidas y sumergidos.

SABÍAS QUE…

La paz es un trabajo de cada día

Jody Williams es una profesora estadounidense, activista de derechos humanos, ganadora del Premio Nobel de la Paz en 1997 por su trabajo en favor de la prohibición internacional del uso de minas antipersonales y bombas de racimo, así como la retirada de todas las minas de todos los territorios a nivel mundial.

En su charla habla sobre el significado de la paz y sobre las acciones que ella, otras mujeres activistas, y todas y todos nosotros debemos emprender cada día para lograr la paz en el mundo. Sin nuestra participación activa, diaria, de manera cotidiana, resultará muy difícil construir la paz y la convivencia pacífica.

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Jody Williams, A realistic vision for world peace, TED Women 2010, 10:36’.

Pensamos aquí también en algunos aspectos muy particulares de la educación formal, como los cursos de civismo o de formación cívica y ética que, posiblemente, te han llevado a conocer nuestro Faro. En estas clases puedes aprender a más profundidad sobre las instituciones, sistemas de gobierno, la función del derecho en la sociedad, y sobre tus derechos y libertades. Pero pensamos aquí también sobre los aspectos informales del proceso formativo, constituidas por tus experiencias de vida y de interacción con otras personas y con las instituciones. 

Cuando participas en las actividades de discusión y debate que te plantea Faro, cuando te involucras en las actividades de las asociaciones civiles o estudiantiles, cuando te informas, cuando exiges el cumplimiento de tus derechos – estás construyendo democracia y estás generando mayores condiciones para poder vivir en paz.

BUENAS PRÁCTICAS…

¿Cuáles son las buenas prácticas para la paz?

Las buenas prácticas son el conjunto de acciones o iniciativas con repercusiones tangibles y mensurables en cuanto a la consecución de ciertos objetivos, como puede ser la construcción de la Cultura de la Paz.

Las buenas prácticas para la Cultura de la Paz se centran en las actividades educativas y de sensibilización, en los espacios formales (como la escuela), no formales (comunidades, organizaciones civiles) o informales (espacios públicos). Estas actividades se centran en  la promoción de una cultura de paz y los valores que la sustentan: derechos humanos, no-violencia, resolución de conflictos, convivencia escolar, igualdad, desmilitarización y desarme, ecopedagogía, educación para el desarrollo sustentable, educación para la democracia y la ciudadanía global.

La Fundación Mi Sangre de Colombia realiza este tipo de actividades y en el siguiente video puedes conocer sus experiencias y buenas prácticas para la construcción de la Cultura de la Paz.

Fundación Mi Sangre. Buenas Prácticas de Paz. 12 de noviembre de 2019, 7:26’.

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EN RESUMEN

  • La construcción de la Cultura de la Paz es una tarea compartida: nos toca a todas las personas en lo individual, a las comunidades, a toda la sociedad, a las instituciones estatales.
  • La actividad central para la construcción de la Cultura de la Paz es la educación y formación cívica. 
  • Cuando participas en el Faro, en las organizaciones sociales o estudiantiles, cuando te informas, participas y exiges tus derechos – ¡estás construyendo la democracia y la paz!

TERMINAMOS COMO EMPEZAMOS… PENSANDO EN LA CULTURA DE LA PAZ